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‘Alargaescencia’

27/01/2020
 Actualizado a 27/01/2020
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Leí hace unos días en la prensa regional de la comunidad vecina un reportaje sobre lo que una asociación gallega que se está extendiendo por el resto de España ha dado en llamar ‘alargaescencia’ y que nació como un proyecto colectivo para alargar la vida útil de los objetos mediante su arreglo, trueque o compraventa para el ahora tan de moda mercado de segunda mano.

La ‘alargaescencia’ es la antítesis de la obsolescencia programada con la que la industria defensora del consumo lineal de usar y tirar busca hacer caja, reduciendo deliberadamente la durabilidad de los productos y encareciendo su reparación o, directamente, haciendo que sea imposible el arreglo al final de lo que el fabricante considera la vida útil antes de terminar en un vertedero.

Esto es lo que usted vive a diario cuando se le estropea la lavadora o el frigorífico que compró hace cinco o siete años para sustituir a un electrodoméstico que tenía en su casa desde que se casó hace treinta años. Es el prototipo del tan célebre comentario «antes las cosas duraban más» que se puede aplicar por supuesto que a los electrodomésticos y electrónica pero también a la ropa y a las amistades, porque el invento de la obsolescencia programada muchas veces también nos afecta a las personas.

La idea de la ‘alargaescencia’ fue crear un directorio donde se recogen todos los negocios donde se arreglan cosas o se venden artículos de segunda mano a una sociedad que nacimos en la era del usar y tirar, donde se utiliza y se desecha hasta la gente y para la que predicar sobre la reutilización de las cosas es perder el tiempo. O, como reza un cartel en el antro de un zapatero comunista de Zamora que arregla el calzado como se hizo toda la vida y con una habilidad tan extraordinaria que le hace multiplicar los clientes, «En la era del consumo, reparar las cosas es revolucionario».
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