Su editor vuelve a ser un habitual de estas aventuras, Marciano Sonoro, tan ligado a Astorga, a la provincia, a la poesía, a los cantautores...
Hablando de nanas y de poesía, pues Isamil9 también es poeta por más que ella desvíe el asunto a otras definiciones, viene a la mente un nombre, Miguel Hernández, un poeta muy de Isabel Revilla del Río. «Asomé la nariz hace casi ocho inviernos, al abrigo de Miguel Hernández y de otros compañeros y amigos de verso y alma, con los que sigo compartiendo vientos del pueblo, utopías –o no tanto– y heridas de amor, muerte y vida. Canciones propias, versiones, y canciones nacidas de letras prestadas, eso canto. Poemas de Blas de Otero, Gloria Fuertes, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, P. Salinas, Antonio Merayo… y, por supuesto del poeta cabrero», escribe ella misma.
El compromiso con la memoria poética lo amplía al de la memoria histórica y la personal. De sus recuerdos en sus pueblos, Matadeón de los Oteros y Matallana de Valmadrigal, y en sus padres, la bordadora y el albañil. Ellos están en las nanas y en su pluma: «Escribo y canto para sobrevivir al pasado y no olvidarme la memoria. Canto y escribo para sentir, porque escribiendo y cantando siento, y sintiendo, soy».Ya presentó su trabajo en la Fundación Sierra Pambley de León y allí, como homenaje a su memoria y a sus abuelas, repartió ‘los bollos de pobre’. Hoy será otra historia, o tal vez la misma pues cuando Isamil9 (Isa más el grupo en el que comenzó Mil9) explica su mundo también está el pan: «Escribo y canto para sentirme útil, volar, ir y volver, o quedarme, para dolerme, sonReír, aprender, querer, encontrarme y vaciarme, para amar. También para poder comer».
Todo suena diferente en ella, en esta Isamil9 que viene a decirnos que no canto mi canción sino a quien conmigo va: «No escribo en revista o periódico alguno de manera asidua, y no he ganado ningún premio salvo el más importante: tener la oportunidad de ser mejor persona con, y por quienes a mi lado estáis».
Hoy podéis hacerlo en Astorga