«Durante 12 años he estado trabajando con uno de los mejores cirujanos de España, especializándome en cirugía»,rememora Casado para relatar que nunca ha dejado de formarse, que además de profesional, es una eterna estudiante. «He hecho másters, estancias internacionales en toda Europa y Estados Unidos», recuerda para comentar que también ha trabajado para una universidad privada en Valencia y colaborado con la de Helsinki, en Finlandia.
«He estado a medio camino entre muchos sitios», se ríe y explica que a pesar de ser cirujana ha tocado todos los campos alrededor del suyo. «Al final acabas pasando consulta de medicina y ortopedia, porque es algo que no puede desligarse de la cirugía. Todo caballo se atiende primero de forma médica», explica.
Muy codiciada dentro del sector veterinario, Casado acabó recalando en León en enero donde asegura que se encontró con muchas manos dispuestas a ponerse a su servicio –tanto profesionales como voluntarias–con ganas de impulsar el centro, como los alumnos de primero de carrera quienes acostumbrados a no poder acercarse a los animales –de forma práctica– hasta varios cursos más, se han volcado con entusiasmo en la nueva unidad de neonatos, creada a partir de la fuerte demanda debido a la cantidad de yeguas preñadas que acogen. «Vimos que empezaban a llegar bastantes potros y necesitábamos a alguien que cuidara de ellos ylos vigilara, muchos alumnos vienen aquí como voluntarios a dormir con ellos. Es una oportunidad para acercarse a los animales, por un lado, y una ayuda para nosotros», admite.
Del mismo modo, la profesional afirma que, a pesar de las polémicas, la unidad ya trabaja de forma normal. «Yo vine en enero siendo consciente de lo quehabía ocurrido y procuro mantenerme neutral, al final lo importante es que el trabajo salga adelante, y lo estamos consiguiendo», sentencia.
A este respecto, el rector de la universidad, Juan García Marín, ha señalado en conversación con este periódico que la cirugía veterinaria «nunca se cerró, pero las consecuencias que tuvo esa polémica fue que el veterinario senior que había dijo que se iba porque pensaba que estas publicaciones en las redes sociales de grupos especializados ponían en duda su prestigio». Por ello se pusieron a la busca de una persona que le sustituyera. Una tarea difícil, pero que se consiguió.
Rutina diaria
Cabe destacar que el Hospital Veterinario de la ULE ha estado en el ojo del huracán en los últimos meses porque se trata de uno de los centros insignia de la universidad y el hospital de referencia del norte peninsular. «Nos llegan pacientes de todas partes de España, hasta del sur, pero sobre todo de Asturias, Cantabria, Galicia...», detalla Casado. Sus pacientes, por supuesto, también son de todo tipo: desde caballos particulares de compañía, yeguas de cría, sementales o ejemplares de competición.En cuanto a la rutina, Casado explica que «están bastante atareados». «la acogida ha sido muy buena desde mi primer día y ha habido urgencias, tanto médicas como quirúrgicas, desde el principio», comenta para incidir en que el trabajo va ‘in crescendo’. «Prácticamente tenemos dos o tres intervenciones de urgencia a la semana a las que se añaden las operaciones corrientes, además de los caballos que vienen para revisiones y controles para el servicio de reproducción o el servicio médico», agrega porque, hoy día,la cirugía equina es un campo que cada día aborda más aspectos y que está en continua renovación y auge porque, para ella, con el trato actual que se les da a los animales cada día se los revisa se los cuida más.
Por eso,ella trabaja con un objetivo, el mismo objetivo que tiene cualquier cirujano en cualquier parque del mundo con cualquier criatura bípeda o cuadrúpeda: el de conseguir una cirugía cada vez lo menos invasiva posible con el pacientey poder operar a los equinos sin tener que aplicarles anestesia general, puesto que esta conlleva un gran riesgo para la salud del animal enfermo.