"Ahora se ve que concentrarlo todo en las cabeceras ha sido un fracaso"

El alcalde de Cabreros del Río y diputado provincial de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Matías Llorente, considera fracasadas las políticas implementadas hasta fecha para tratar de frenar el declive poblacional del medio rural. «Ha sido un fracaso absoluto y ahora se ve que todo se haya concentrado en León capital o en las cabeceras de comarca; ahora nos damos cuenta de que había otras fórmulas y que se pueden dar servicios muy buenos en ayuntamientos intermedios de enseñanza o sanidad, por ejemplo».
Llorente propone redirigir los esfuerzos hacia pueblos «intermedios» que conserven los servicios básicos. En los «ayuntamientos intermedios en los que se ha trabajado y se ha creado una estructura hay posibilidades si facilitáramos vivienda de que haya gente que vuelva al pueblo, si no a trabajar, a residir y desplazarse a donde tenga el empleo, en la cabecera de comarca o la capital». Estos desplazamientos serían más sencillos en algunos puntos de la provincia gracias a las nuevas vías como la A-231 o la A-60. No obstante, Llorente señala también que sería necesario también «un transporte que garantice los desplazamientos».

Para que pueda tener éxito la apuesta en municipios como Cabreros del Río, según Llorente, «tiene que comenzar un nuevo periodo de agrupar servicios» porque «va a ser muy difícil que la gente vuelva al pueblo, pero tenemos que facilitar las cosas u mantener al menos los que hay».

El veterano alcalde y diputado alerta de «está viniendo» una nueva forma de hacer política en el medio rural, junto con las nuevas demandas que busca una parte de la población que quiere otro estilo de vida diferente al de las ciudades.«Nos tenemos que preparar para esto en los pueblos y en la Diputación», señala el leonesista, que recuerda que las comunidades autónomas y Europa dispondrán fondos para ello. Además, otro nivel de la Administración es fundamental para hacer frente a la despoblación: las juntas vecinales, las más cercanas al ciudadano. «En muchos de estos municipios, hay juntas vecinales que tienen patrimonio y capital», recuerda Llorente, que propone «un plan de colaboración».