Ahora entiendo lo de los caballos

26/06/2018
 Actualizado a 11/09/2019
a-la-contra-26-06-2018.jpg
a-la-contra-26-06-2018.jpg
Para aquellas generaciones que al ver motos aparcadas nuestra única obsesión era mirar el cuentakilómetros y preguntar «¿a cuánto corre?» el meternos en el proceloso mundo de los caballos que tiene, los cilindros, los pistones o si es de dos o cuatro tiempos es algo que se nos sale de cuadro... Aquellas motos servían para ir a la mina, para atravesar las ciudades al amanecer camino de la fábrica y lo más importante era el portabultos para llevar el cabás con los bocadillos.

Las estrellas eran las Sanglas de los guardias de tráfico cuando paraban en los pueblos y hablaban con la gente, ahora cada vez que te hablan te sale por un ojo de la cara y te quedas con menos puntos que Argentina en el Mundial.

Por eso, a los de aquellos tiempos de «¿a cuánto corre?» nos conocerás porque damos vueltas alrededor de las modernas motos admirando lo limpio que lo tiene todo, lo bien que arranca sin darle al pedal, el ruido que hace...

Pero, sobre todo, nos conocerás porque cuando aparca al lado de la admirada moto un caballo de los de verdad, que no necesita ni cilindros ni pistones, que no mete más ruido que las herraduras contra el suelo... en ese momento marchamos para ver a cuánto corre... el caballo.

¿No se miden las motos en caballos? Por algo será.
Lo más leído