Agujas contra el estrés - Antonio Silván

El alcalde de León estrena esta nueva sección dominical en la que los entrevistados deberán probar ‘algo’ nuevo... Y como Silván lleva un año de poca calma, le propusimos un tratamiento con agujas. El hombre de la sonrisa perenne superó la prueba. Además, dice que no duele, ¡ay!

Susana Martín
06/08/2017
 Actualizado a 13/09/2019
Antonio Silván, aquí probando la acupuntura, es el alcalde de León. | DANIEL MARTÍN
Antonio Silván, aquí probando la acupuntura, es el alcalde de León. | DANIEL MARTÍN
En buen ‘embolao’ metimos a este hombre al pedirle que estrenara esta sección dominical de verano sometiéndose a una sesión de acupuntura en cara, cabeza y manos. A la primera, Antonio Silván dijo sí. Y le pusimos en manos de Elena Palazón, fisioterapeuta de Naturmedick. «Toda una experiencia», cuenta él esta semana, ya ‘a salvo’, desde la playa de Gijón.

– ¿Cómo se ha dejado liar tanto?                                            
– Fue fácil porque quien me lo pidió fuiste tú, Susana, y cómo decir que no (Risas). Y porque todo lo que sea experimentar e innovar, me gusta. Nunca había probado la acupuntura, y no me defraudó la experiencia. No dolía absolutamente nada, y Elena fue encantadora y muy profesional.

– Su miedo era que le quedaran marcas...
– Sí, sí, sí, eso te dije, que se me infectara alguna aguja o algo así... No es que fuera miedo, pero sí respeto a lo desconocido.

– La excusa que le pusimos era que lleva un año de mucho estrés... Y coló.

– En eso me dejé tomar el pelo (Risas). Porque lo del estrés lo tendría que decir yo, y no, y a nadie se le oculta que en una sola sesión no solucionas tus males, ¿no? Pero bueno, ha sido una experiencia grata.

Queda muchísimo por delante, pero cuando nosotros empezamos había más de 11.000 personas que no tenían trabajo en la ciudad de León, y hoy 2.000 de ellas ya lo tienen – ¿Qué balance hace de este curso político de tanto movimiento?
– Un curso tremendamente intenso. En mi condición de alcalde, muy satisfactorio. León es una ciudad que está viva, que es atractiva y donde poco a poco se va cumpliendo que los leoneses tengan un trabajo. Queda muchísimo por delante, pero cuando nosotros empezamos había más de 11.000 personas que no tenían trabajo, y hoy 2.000 de ellas ya lo tienen.

– ¿Y cómo se presentan sus vacaciones?
– Paso en Gijón un par de semanas, y estoy en ello hasta mediados de agosto. Siempre las hemos pasado en Asturias, y este año, si cabe, con más razón. Hemos traído a mi madre un año más para que esté rodeada de sus hijos [su padre falleció en junio]. Gijón es nuestra segunda casa, y aquí estamos encantados.

– ¿Sabe desconectar en vacaciones?
– Sí, sí, desconecto muy fácil. Me dedico a lo que no puedo hacer el resto del año: leer, deporte, tomar el sol cuando lo hay... Sobre todo, estar con mi familia y amigos.

– ¿Qué va a leer?

– Aún no he hecho la selección, pero sobre todo historia y novela. De momento, he traído Los discursos de Kennedy.

– ¿Cómo recuerda las vacaciones de niño y de joven?
– Ay... Aquí nos juntábamos los primos, los tíos, que ya casi no quedan... Recuerdos en la playa, los castillos en la arena...

– ¿Algún viaje especial en su memoria?
– Los veranos en Irlanda o en Estados Unidos, intentando aprender inglés con mis amigos de Maristas. Recuerdo muy gratamente Dublín, Kansas City...

– ¿Tiene algún destino pendiente?
– Sí, me gustaría mucho conocer Cuba. Tengo la suerte de haber visitado prácticamente todos los países de Europa, y volvería a Irlanda, y a Estados Unidos. Otro país que me atrae mucho es la India.

– ¿Se ve muchos años de alcalde de León?
– Tantos como quieran los leoneses, yo soy muy respetuoso con su voluntad. Estoy muy orgulloso de ser el alcalde de la ciudad de León, mi ciudad.

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