12/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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¿Qué quiere el público, qué quiere? Quiere agitadores. ¿Pero de qué tipo? ¿Quiere que aparezca Cervantes, todo manco, y se ponga a hacer malabares? ¿Que venga William Burroughs a pegar algún tiro que otro? ¿Quien será el valiente que se ponga el vaso en la cabeza, a modo de manzana? ¿Quieren a Cela? ¿Le ayudarán ustedes con las lavativas? ¿O van a competir con Hemingway a ver quién se pone más beodo y faltón?

Pues no van a venir. Ya sabemos que están criando malvas hace mucho. Pero vamos, que todavía pueden leerlos en todo su esplendor. Como también pueden leer ‘Ordesa’ y ‘América’ de Manuel Vilas y comprobar lo ‘cool’ que siguen siendo los escritores. Y Vilas, además, viene a la Feria del libro de León, como también Marta Sanz, Andrés Neuman, Jesús Ferrero, Gustavo Martín Garzo y muchos más. ¿De verdad les parece poco lo de este año en la Feria de Libro?

No me cansaré de decirlo, estamos en tiempos de bonanza, si no se creen que económica, reconozcan que cultural sí. A todas luces. Si la anterior coincidió con la apertura del Musac (y otras mil iniciativas más pequeñas), la nueva está auspiciada por las instituciones también y como siempre por particulares, por figuras que le meten acelerones al tema, como el agitador Héctor Escobar.

Es la falta de cultura y opciones lo único que hace a una ciudad pequeña y menguante y alarga el invierno. Pero, me desasosiega: ¿la falta de público contribuye a la mengua también? El otro día decía el agitador J. C. Álvarez en una entrevista que lo que falta en León es público. Luego, desde otras ciudades españolas con la misma población, me dicen que de público no saben, pero lo que no falta en León es oferta. Y yo razono que después de un tiempo sin público la oferta se agota. Y que el público no se mendiga y que el público cultural ha sido minoritario siempre.

El otro día estuve en la presentación de un libro sobre The Smiths, de este Álvarez, y El Gran Café estaba lleno. Al día siguiente se inauguraba el Festival de Cine y Televisión Reino de León y me juego el pescuezo a que gente que estuvo en la presentación del libro repitió al día siguiente en la gala inicial del festival.

En León no falta oferta. Y si falta público, este se desdobla y se multiplica a sí mismo para responder a la oferta, azuzado por los agitadores. Solucionado.
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