El Abanca Ademar sumó en en un Palacio completamente vacío su primer triunfo europeo tras pasar por encima a un Metalurg muy por debajo de las expectativas, lastrado por el cansancio de un viaje eterno y al que el equipo leonés exprimió desde el primer minuto para dejar el partido visto para sentencia al cuarto de hora.Era un día para ganar en el sentido más literal de la palabra, pero también en muchas otras cosas que no se miden con puntos. Viniendo de donde venía el conjunto leonés y sabiendo lo que le llega en las próximas semanas, pedía la visita del Metalurg, para empezar, una salida acorde a la reacción que buscaban los de Manolo Cadenas tras dos derrotas en el Palacio consecutivas. Y vaya si lo lograron.
Un parcial de 3-0 de inicio aprovechando la exclusión en el primer ataque de Popovic dio alas a los leoneses y dejó entrever que los macedonios seguían de alguna forma en el autobús que les trajo desde Skopje o bien pensando en lo doloroso de la vuelta.
Se encontraba cómodo en ataque el Ademar y parecían salirle por fin las cosas en defensa, robando balones y con Kisselev y Donlin en el centro anulando a Kankaras y lo que genera a su alrededor el pivote montenegrino. Sin embargo, el buen inicio le duró poco al norteamericano, que sigue pecando de novato en acciones puntuales como la que a los 6 minutos le costaba la roja tras un golpe en la cara a Potic, que ya no volvió a jugar.
Tenía que recomponer su plan defensivo inicial Cadenas, pero por suerte estaban las cosas por salirle a los leoneses.Un nuevo parcial de 5-2 para el equipo ademarista con un gran Piechowski en defensa y a la carrera permitió al Ademar doblar en el marcador al Metalurg (10-5) y obligar a Oliver Dimitriovski a solicitar el primer tiempo muerto del partido.
Una salida en tromba de los leoneses dejó noqueado a un Metalurg muy lastrado por el cansancio del viajeLe salía todo al Abanca Ademar ante un Metalurg que no encontraba el acierto ni en el lanzamiento ni en el pase perdiendo demasiados balones y con un nivel defensivo por debajo del esperado. Además, las paradas puntuales de Ghebdane permitían seguir corriendo a un equipo leonés que alcanzaba los 7 goles de ventaja con un tanto de un Gostovic descarado dejando claro que este equipo con confianza tiene mucho que ofrecer.
Era mejor el Ademar en defensa y en ataque y la entrada de Natan Suárez en el partido por segunda vez tras una bronca de Cadenas que amplificó el pabellón vacío, llevó a los leoneses a la máxima ventaja, nada menos que 9 goles (19-10). Sin embargo, el acierto de Popovic desde el extremo y dos goles de Tarabochia y Horvat, los mejores de los macedonios a pesar de sus muchos fallos, recortaban la distancia al descanso hasta los 7 (20-13).
Tenía claro el Abanca Ademar en la reanudación que el objetivo era no permitir en ningún momento al Metalurg el creer que tenía opciones de meterse en el partido. Lo consiguió con un nuevo fulgurante inicio, endosando un parcial de 3-0 gracias a Ghebdane que llevó la ventaja a los 10 goles (23-13) y pareció indicar que no había mucho más que ver en el Palacio.
Eso para el espectador neutral, porque para el aficionado y especialmente para Manolo Cadenas, la relajación no es una opción en su equipo. Porque quería Cadenas ver de qué eran capaces sus pupilos en situaciones poco habituales hasta ahora. Y ahí el que brilló fue Pedro Martínez. El central argentino, que ya había dejado grandes minutos en defensa, se destapó en ataque en un festival ofensivo que llevó al Abanca Ademar por encima de los 40 goles por primera vez en mucho tiempo.
Eso sí, los últimos minutos y con el partido más que decidido desde muchos antes, el equipo leonés bajó el pistón y Popovic y Horvat aprovecharon para bajar la ventaja nunca más de 9 goles, pero parando incluso Cadenas el partido para ‘enchufar’ a los suyos.
Y es que con el primer triunfo en el bolsillo, apenas habrá tiempo para celebrarlo. El jueves espera en Irún un ‘coco’ como el Bidasoa y el domingo un Nava más que peligroso. Bajar el listón no es una opción