Ademar 40 - Huesca 28: 'Un ciclón llamado Ademar'

Slavic se exhibe y el equipo leonés borda el ataque para aplastar al Huesca y ponerse a un partido, este sábado (16:30 horas) frente al Bidasoa, del billete europeo

Jesús Coca Aguilera
05/03/2021
 Actualizado a 05/03/2021
Lucin realiza un lanzamiento durante el partido de cuartos. | J.L. RECIO / RFEB
Lucin realiza un lanzamiento durante el partido de cuartos. | J.L. RECIO / RFEB
El Dino Slavic de los mejores días, ese que baja la trapa y acaba amargando al rival deteniendo un tiro tras otro sea de nueve metros, de seis o incluso penaltis. Una defensa que, salvo en el arranque, mostró su versión más aguerrida y positiva, anulando por completo a la gran arma rival que era Montoya con un Donlin secante. Y un ataque en el que bordaron el balonmano, haciendo daño en las transiciones rápidas con Gonzalo como siempre de gran estilete, rompiendo el 6-0 con un Lucin al que le vino a la perfección la semana de descanso para volver a ser imparable, y sobre todo teniendo enchufados y aportando cosas positivas a los únicos diez jugadores de campo a los que hasta que el partido estuvo roto usó Manolo Cadenas

Con esa receta un ciclón llamado Ademar arrasó a la revelación de la liga, un Huesca que es tercero con cuatro puntos más que los leoneses, pero que fue un juguete en manos de un conjunto ademarista que este viernes le aplastó, ganando ya de 11 goles antes de llegar al ecuador de la segunda mitad y pudiendo rotar y dar descanso a sus piezas claves durante todo el tramo final.

40-28 se impusieron los de un Manolo Cadenas que, una vez más, consiguió sacar la mejor versión de su equipo en el momento más importante, y que se queda a un partido, este sábado a las 16:30 horas frente al Bidasoa, de conseguir el ansiado billete para jugar en Europa el año que viene, gran premio que tiene una final en la que siempre puedes soñar con el título pese a que con el Barcelona por el medio queden mínimas opciones para ello.

Slavic bajó la trapa bajo palos y amargó al Huesca. El descansado Lucin fue el líder de un ataque coral Por ello, la final ‘real’ del Ademar se conseguía ganando al Huesca, algo que se consiguió con mucha más facilidad de la esperada, abriendo brecha de salida y dejando el partido visto para sentencia en el arranque de la segunda mitad con el 29-18 transcurridos 11 minutos.

Un desarrollo que ni el más optimista de los guionistas hubiera escrito para un partido en el que, lo peor, fue el desangelado ambiente del Wizink Center de Madrid, donde colocando el partido un viernes a las 12 de la mañana apenas hubo 100 espectadores que recordaban más a los encuentros a puerta cerrada de los últimos meses.

No le importó a las hordas de Manolo Cadenas, que salieron enchufadas, con hambre y conscientes de la importancia del partido. En un visto y no visto ya ganaban 4-1 y, aunque a la defensa le costó ajustarse y de la mano de Joao Pinto el Huesca llegó a colocar las tablas con el 6-6, en ningún momento llegó a ponerse por delante.

Y no lo hizo porque prácticamente cada ataque del Abanca Ademar era gol. A los trallazos de Semedo, las invenciones de Lucin y las perfectas ejecuciones de Gonzalo, se unieron a partir del ecuador un par de penetraciones de Natan y un efectivo Casqueiro, que dejó en la grada a Carrillo y demostró que sigue yendo a más, evitando un cambio ataque-defensa con su gran defensa en el dos y siendo cada vez más efectivo en ataque. ¿La consecuencia? Que a tres minutos para el descanso el partido estuviera encarrilado con siete goles de ventaja (19-12).

Pero ahí llegó el único momento que pudo dejar dudas. Las pérdidas que tan bien estaba controlando el Ademar llegaron y, con dos goles en el último minuto, el Huesca cerraba la primera parte con un parcial de 0-3 que volvía a abrir el partido con el 19-15 y convertía en clave para descifrar su futuro lo que pasara en el arranque de la segunda.

El Ademar, que nunca fue por detrás, llegó a ir 7 arriba (19-12) en una primera mitad que se apretó en su cierre Y lo que sucedió fue que el Ademar que salió de vestuarios fue un torbellino indescifrable para el Huesca, que se estrellaba una y otra vez contra un Slavic que hacía hasta seis paradas, la mayoría de mérito en buenos tiros, en los primeros 7 minutos, propiciando un parcial de salida de 7-1 que colocaba unos guarismos de 26-16 que dejaban claro quién sería el semifinalista.

Lo que en otro escenario podría haber sido un grave problema, la tercera exclusión de Semedo cuando aún quedaban 21 minutos por jugarse, quedaba en anécdota porque acto seguido Lucin colocaba el 29-18 que durante mucho tiempo fue la máxima ventaja.

Un 7-1 de salida en la segunda parte rompió el encuentro (26-16). A 7 fue lo más cerca que volvió a ponerse Huesca De hecho, con el 31-20 del minuto 43 que provocaba el tiempo muerto de Nolasco, Cadenas empezó a mover el banquillo, sacando a unos Kisselev, Gostovic, Piechowski y Antonio que aún no habían aparecido, y que entraron fríos y recibieron un parcial de un Huesca que se ponía a siete (31-24) con la mitad de la segunda parte aún por jugarse.

No quiso sustos Cadenas, que devolvió a la pista a su siete inicial, que no tardó en cortar cualquier tipo de rebelión devolviendo la diferencia a los 10 (35-25) y permitiendo una recta final en la que, de nuevo, volvían los menos habituales y el partido terminaba con la máxima diferencia del mismo coincidiendo con el pitido final.

El primer paso está dado. 60 minutos separan al Ademar de su gran objetivo.
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