Ademar 36 - Guadalajara 30: 'Un ataque letal para seguir lanzados'

Tras 20 minutos igualados, el Ademar abrió brecha en el final de la primera parte y su renta nunca bajó de 3 en la segunda / El trío formado por Lucin, Marchán y Gonzalo fue imparable de nuevo

Jesús Coca Aguilera
28/11/2020
 Actualizado a 28/11/2020
Lucin intenta dirigir el ataque del Ademar con Donlin pidiendo el balón en seis metros y Gonzalo en el extremo. | SAÚL ARÉN
Lucin intenta dirigir el ataque del Ademar con Donlin pidiendo el balón en seis metros y Gonzalo en el extremo. | SAÚL ARÉN
Acabar un partido con 36 goles deja claro que has brillado en ataque. Más aún si la mayoría llegan en estático, ya que no te ha permitido correr en exceso el hecho de no andar tan fino en defensa y sobre todo que la portería no hubiera estado tan brillante como acostumbra hasta que en la segunda mitad Khalifa saliera para echar el cierre y sentenciar. De poco importa todo eso si en la ofensiva lo bordas y superas una y otra vez al rival, sin importarte que vaya cambiando de 6-0 a 5-1 o de inquilino bajo los palos.

Es lo que le pasó este sábado al Abanca Ademar, que sigue lanzado y alargó su racha gracias a su letal ataque, que le permitió derrotar por 36-30 a un Guadalajara que llegaba al Palacio también en su mejor momento de la temporada pero no pudo tener opciones reales de pelear por los puntos en la segunda mitad.

Tras ir 2 abajo y ganar de 1 en el 20’, Ademar dio un tirón. El partido nunca se rompió ni se volvió a apretar desde ahí Y es que realmente, de igualdad sólo hubo 20 minutos. Salió bien el conjunto alcarreño, con ventajas de hasta dos goles (4-6) y facilidad para encontrar lanzamientos claros ante un Slavic que no tenía su mejor día.

Y aunque un parcial de 4-0 permitía a los de Cadenas darle la vuelta al choque, los de Mariano Ortega se agarraban a la pista y estaban a uno (12-11) cuando sólo quedaba un tercio de la primera parte para irse al descanso.

Lo hacían gracias al buen hacer en los seis metros del pivote Mouriño, que hizo muchísimo daño al centro de la defensa ademarista, a los tiros lejanos de Paredes y a los lanzamientos, penetraciones y asistencias del lateral zurdo brasileño Arthur, que dejó unasensacional imagen. Los tres pasaron de los seis goles y entre todos alcanzaron los 21, pero sin nada más para apoyarlos, los momentos en los que descansaban o conseguían controlarlos la diferencia aumentaba.

Así fue en el tramo final de la primera parte, en el que el Ademar abrió una brecha que a la postre acabó siendo decisiva. Lo hizo con protagonistas inesperados, que se unieron al trío formado por Lucin, Marchán y Gonzalo que de forma habitual marca diferencias y que volvió a hacerlo con una sensacional actuación.

Cuando Guadalajara apretó salió Khalifa, recibió 6 goles en 14 minutos con grandes paradas y sentenció el triunfo Uno fue Gostovic, al que se le nota muchísimo que va creciendo y soltó el brazo desde los nueve metros como le pide su técnico y además con efectividad, marcando cuatro goles en cuatro intentos. El otro Piechowski, que en los minutos que tuvo de primera mitad cumplió en defensa e hizo daño aprovechando su altura en seis metros, si bien no pudo repetirlo en la segunda. Y con ellos y unos buenos minutos de un Natan que pese a no estar fino en el lanzamiento sí que dirigió bien al equipo, y de Feuchtmann (que en la segunda parte acabó sentado y sin volver a pista tras dos ‘frivolités’ seguidas que no gustaron nada a Cadenas), ese Ademar que nunca había pasado de los dos goles de diferencia se iba con su máxima de cuatro (19-15) al descanso.

¿Tras él? Nunca llegó a romperse del todo el partido porque Guadalajara en ningún momento bajó los brazos, pero tampoco a volver a apretarse, pues de hecho la renta no volvería a estar por debajo de los tres que se vieron en una única ocasión (22-19).

Lucin fue la solución para los penaltis. Nunca había tirado uno con Ademar y ayer fue el primer lanzador e hizo 3 de 3 De cada balón al pivote sacaba petróleo Marchán, que acabó con siete tantos. En cada transición rápida o encontrándose el hueco para lanzar desde el extremo, Gonzalo martilleaba la meta alcarreña, firmando esa cifra que ya empieza a ser su media. Y al mando de las operaciones, como se ha convertido en habitual en las últimas semanas, Lucin hacía lo que quería, combinando asistencias y lanzamientos, y convirtiéndose en la solución de Cadenas para el problema con los penaltis. No había tirado ninguno con el Ademar, pero ayer fue el primer lanzador, metiendo los tres que lanzó y yéndose el equipo en global a un buen cinco de seis.

Una tarea pendiente que ayer sí aprobaba el conjunto ademarista, que en esos momentos de ‘baile’ entre los cuatro y los seis tantos de diferencia, en los que el partido se podía apretar o sentenciar en función de quien rompiera en su favor su intercambio de golpes, recurrió a esa portería que nunca le falla.

Con el 22-19 entró en pista Khalifa y únicamente seis tantos encajó en sus 14 primeros minutos en pista, con paradas en contraataques y tiros libres de marca en seis metros incluidos, que aniquilaron cualquier esperanza alcarreña, y permitieron que el choque entrara sentenciado (30-24) en unos últimos minutos de correcalles, en los que las defensas desaparecieron y el Ademar llegó a coger su máxima renta de siete (34-27), el Guadalajara se puso tras ella a cuatro y se acabó con el citado 36-30.
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