Ademar 35 - Bidasoa 33: 'Más que mastines, leones hambrientos'

El Ademar, liderado por un sensacional Deividas, se exhibe en la primera parte y pese a desaparecer la defensa tras el descanso hace valer su renta para derrotar al Bidasoa

Jesús Coca Aguilera
16/11/2022
 Actualizado a 16/11/2022
Juan Castro lanza entre defensores del Bidasoa. | JESÚS F. SALVADORES
Juan Castro lanza entre defensores del Bidasoa. | JESÚS F. SALVADORES
Quien ha visto y quien ve a Deividas Virbauskas. El año pasado, tras llegar en el mercado invernal, apenas hizo acto de presencia y cuando lo hacía encadenaba un error tras otro. Pero en las últimas semanas, aunque le falta regularidad y sigue teniendo días grises, en otros se está convirtiendo en un jugador desequilibrante, capaz de romper la defensa con su velocidad y capacidad de lanzamiento. Capaz de liderar al Abanca Ademar a la victoria esté quien esté enfrente.

Porque ante el Bidasoa, con urgencias para no fallar pues el cupo de errores estaba agotado si los leoneses no se querían despegar de los puestos europeos, el lituano fue el gran protagonista. Metió nueve goles, forzó penaltis, dio asistencias y fue especialmente decisivo en el tirón que los de Cadenas dieron en la primera parte, con el que cogieron la renta que les permitió acabar llevándose la victoria.

35-33 venció el Ademar en un partido en el que nunca llegó a ir por detrás
en el marcador, cogiendo la delantera tras no encajar un solo gol en los ocho primeros minutos, y en el que se exhibió en la que junto a la del Granollers ha sido la mejor primera parte de la temporada para llegar a irse de siete goles al descanso (18-11) y mandar incluso de ocho (20-12) en la segunda mitad.

Con un parcial de 6-1 que ni dos tiempos muertos separados por apenas tres minutos de Jacobo Cuétara pudo frenar, los de Cadenas abrían brecha y parecían dirigirse hacia otra plácida victoria ante un rival directo en el Pabellón.

El Ademar llegó a estar 8 arriba, pero un Bidasoa que hizo 22 goles tras el descanso se puso a 2 a 10 minutos Pero hubo que sufrir y mucho para acabar de sellar los dos puntos, porque en la segunda parte la defensa desapareció. En portería, ni Saeid ni Panos tenían su mejor día. Y el 6-0 que tan bien había funcionado hasta el descanso naufragaba tras él, con cada ataque de Bidasoa acabando en gol, con la primera línea rompiéndolo con sus penetraciones una y otra vez, y sin que el cambio a defensa 5-1 que tan buenos resultados había dado tres días atrás en Puente Genil llegara hasta que quedaban tres minutos para el final, logrando curiosamente al introducir esa variante frenar por fin un ataque del Bidasoa y sentenciando con ello el triunfo.

La friolera de 22 goles encajó el Ademar en la segunda parte... y pese a ello supo resistir para asegurarse los puntos. Y lo hizo porque en ataque prácticamente cada día es una exhibición. Porque cuando llega la ofensiva, más que los mastines que este miércoles eran protagonistas en el Palacio por ser homenajeados, los jugadores leoneses se convierten en leones hambrientos que devoran cualquier presa, aunque esta sea la que posiblemente sea la mejor defensa de los ‘mortales’ de la liga Asobal.

Con el 33-31 a 3’, el Ademar cambió a defensa 5-1, forzó falta en ataque, y Antonio sentenció desde el extremo Porque Deividas brilló, pero no fue el único. Lo hizo también un Santista más activo de lo normal en seis metros que acabó con siete goles. Volvió a dirigir a la perfección Juan Castro, cuya labor como director de orquesta le permite ser decisivo hasta cuando como este miércoles no está acertado en el tiro. Sigue creciendo a marchas forzadas Darío Sanz, que especialmente en la primera parte estuvo a gran nivel. Hizo gala de la sangre fría que le caracteriza Antonio Martínez, marcando el gol que selló el triunfo. Reapareció Kim, que salió de extremo y cumplió. Fue decisivo pese a no tener su mejor día David Fernández gracias a los siete metros, metiendo los tres decisivos en la recta final cuando ya Castro y Antonio habían fallado. Y apareció en un momento clave Zanas Virbauskas, con un gol, dos penaltis forzados y una asistencia en el momento más peliagudo, ese en el que Bidasoa se había puesto a dos goles (30-28) cuando aún quedaban 10 minutos por jugarse.

Nunca bajaría de ahí, porque el ataque del Ademar no falló. Con esa renta, con el 33-31 en el marcador, se entró en los últimos cinco minutos. Y cuando a tres minutos para el final llegó la oportunidad de los irundarras de atacar para ponerse a uno, llegó el cambio a defensa 5-1 y el Ademar forzó una falta en ataque que, al venir seguida del citado tanto desde el extremo de Antonio, acababa sellando un triunfo vital.

El Ademar no se descuelga de la lucha por Europa. Y demuestra que,con este ataque, puede ganar a cualquiera.
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