Que este Abanca Ademar es capaz de lo mejor y de lo peor lo venía demostrando durante toda la temporada, pero en pocas quinielas entraba que le alcanzara para lograr un resultado como el de este martes en el Palacio. Porque el equipo de Manolo Cadenas dio la campanada y se llevó con mucha claridad el triunfo ante un Wisla Plock que llegaba invicto al feudo leonés y que se marchó con su primera derrota continental víctima de sus propios errores, pero sobre todo de una inesperada y genial actuación de los ademaristas.Porque el parcial de 3-0 inicial con el que arrancó el partido un equipo que hace unos días caía con claridad en Plock y hace pocos más sudaba para vencer al colista de la Liga Asobal, invitaba a pensar que igual el de ayer sí era uno de esos días en los que al menos poder competir contra un grande. 4 minutos tardó el Wisla en marcar su primer gol del partido (3-1)... pero otros 4 fueron los que aguantó el Ademar con su portería a 0 gracias a una enorme defensa, una buena actuación de Ghebdane bajo palos y ayudado por las inimaginables imprecisiones polacas en especial de Nico Mindegía.
Así, cuando los visitantes se quisieron dar cuenta el marcador ya lucía un increíble 7-2 que obligaba a Xavi Sabaté a parar el partido para intentar que los suyos afinaran en ataque y apretar una defensa que Lucin y Natan destrozaban una y otra vez.
A dos se llegaron a poner los polacos con un parcial de 1-4 en ese momento liderados por Mihic, pero solo fue un espejismo. Los leoneses aprovecharon las continuas pérdidas para seguir castigando la portería de un Morawski que, sin estar mal, veía como el rival le lanzaba casi el doble que a su compañero de la otra portería. Así, la ventaja alcanzó pronto hasta 7 goles con un tanto de Jaime (14-7), distancia que llegó a aumentar hasta los 8 y que aguantaría el conjunto leonés hasta el descanso (16-9).
La escasísima cifra de goles del Wisla al descanso explicaba por sí solo el resultado en el electrónico en la que fue seguramente la mejor media hora junto a la de Irún que ha jugado el Abanca Ademar esta temporada.
Sin embargo, sabía el conjunto leonés que no podía relajarse precisamente teniendo en cuenta aquel antecedente que Szita se encargó pronto de recordar con 3 goles consecutivos en la reanudación que recortaban la ventaja (16-12). La aparición del húngaro, que ya había hecho mucho daño al Ademar en la ida, fue clave para los suyos y permitió que apareciera también Serdio en los 6 metros, haciendo sufrir mucho más al Ademar en defensa, pero con la tranquilidad de contar en ataque con un inspiradísimo Natan Suárez, que a través de goles o asistencias permitía a su equipo mantener el ritmo anotador impuesto por el Wisla.
No se acercaron a menos de 3 goles los visitantes (26-23), algo que lograron en los 10 minutos finales haciendo sobrevolar las dudas sobre el Palacio. Nada más lejos de la realidad, porque Natan dejaba claro que era su día y con dos goles consecutivos, el último robando el balón tras saque de centro, devolvía la cómoda renta y la tranquilidad de un final sin apuros, algo impensable antes del partido.
Hubo que imaginar el Palacio de los Deportes rugiendo, pero ayer casi sin testigos directos volvió a vivir una gran noche europea superando a uno de los grandes favoritos al título y demostrando que este equipo es capaz de todo. En su momento la victoria ante el Metalurg supuso un punto de inflexión para el equipo tras dos derrotas consecutivas. ¿Volverá a serlo este? Sin duda tiene motivos para creer en sí mismo el equipo y el momento es el mejor. El jueves espera Puente Genil, el sábado la oportunidad de sellar la segunda plaza en Rusia y en unos días más una Copa del Rey que lleva de nuevo a Europa. Sí se puede.