Sólo habían transcurrido 15 minutos y el marcador, por última vez en el partido, registraba un empate (8-8). A base de ‘zambombazos’ desde la primera línea que rozaban el 100% de efectividad, el Guadalajara trataba de tú a tú al Abanca Ademar y apuntaba a ser un hueso duro de roer.Entonces, Cadenas miró al banquillo. Con bajas o sin ellas, probablemente cualquier otro habría valorado otras opciones antes que sacar al central de 19 años que el lunes entrenó por primera vez con el equipo y que vive su primera experiencia en Europa. Pero el de Valdevimbre es especial. Tiene claro lo que quiere y apuesta por ello. Y Pedro Martínez entra en escena. Juega más de la mitad del encuentro apenas 72 horas después de aterrizar en León y, tras un inicio en el que los nervios pesan factura, deja una sensacional imagen tanto en la dirección, con hasta cuatro asistencias de dejar solo al lanzador con un gran pase, como en la defensa, buscando siempre el robo y actuando en algunos momentos como avanzado.
72 horas después de llegar, Pedro jugó más de medio partido, fue de menos a más y dejó grandes asistencias No será la clave del triunfo, pero es el fiel reflejo de lo que es ahora mismo el Abanca Ademar. Cada vez más armas, cada vez mejores. Así son los leoneses, que crecen partido a partido y este miércoles acabaron pasando por encima (30-21) de un Guadalajara que sólo había perdido un partido en liga y había sido de sólo dos tantos en la pista de La Rioja.
Pero el Palacio fue otra historia. Tardaron en irse, pues al descanso el resultado era sólo de 15-12, pero su ‘aventura’ llegó hasta el 16-14 del minuto 35, pues ahí llegó un parcial de 5-1 que elevó a seis la renta (21-15) y rompió definitivamente el choque, pues la diferencia ya nunca volvió a bajar de los cuatro tantos y se disparó a base de contraataques en un tramo final que acabó con los ‘chavales’ Lodos y Casqueiro también en la pista.
Una función redonda con un actor principal. Porque si Pedro se presentaba, también faltaba saludar este año al Dino Slavic de la temporada pasada. Llegó por fin el ‘aquí estoy yo’ del croata, que echó el cierre a la portería y amargó la tarde a un Guadalajara donde solo el lateral zurdo De Souza tuvo buenos porcentajes.
Seis goles en nueve minutos llevaba encajados el Ademar cuando apareció en escena Slavic y sólo 15 recibiría después en los 51 siguientes, con un estratosférico 54’5% de acierto y encajando tres en los primeros 16 de la segunda en los que el Ademar rompió el partido.
El Ademar abrió brecha y se fue de 6 con un parcial de 5-1 al inicio de la segunda parte. La diferencia ya no bajó de 4 Sobresalió el croata dando brillo a un 6-0 donde el mejor volvió a ser Carou, pero también hubo tres actores protagonistas en ataque. Uno, un día más, David Fernández, cuya explosión ya no es fruto de un día ni de la casualidad. Empieza a llamar a golpes a las puertas de la selección el espigado zurdo, que mantuvo al equipo en esa igualada primera mitad con cinco tantos.
¿El segundo? Un Feutchmann que viene dejando buenas sensaciones desde el primer día pero le faltaba acierto en el lanzamiento, algo que encontró por fin ayer. Cumplió en la dirección y dejó un par de asistencias el rato que jugó de central (en esta ocasión, salvo en una exclusión de Lucin, Cadenas no optó por colocar a Jaime ahí) y sobre todo a base de penetraciones rompió la defensa en momentos complicados hasta acabar con seis goles.
Marchán no falló ninguno de sus 8 tiros, Slavic superó el 54% de paradas y David brilló en la primera mitad Eso sí, si hubiera que destacar a alguien, sería sin duda a Rubén Marchán, otro de esos jugadores que de la mano de Cadenas están sorprendiendo a propios y extraños. Todo lo que aparecía por seis metros, por difícil que fuera de capturar, lo acababa ‘cazando’ el pivote, que luego metió todo lo que lanzó, hasta firmar un inmaculado ocho de ocho.
Con esos mimbres era muy complicado no ganar. Y se logró sin sufrir, aunque llegando al ecuador de la segunda mitad sin el partido completamente roto. De hecho en el minuto 47, gracias en parte a las paradas del iraní Barkhordari, el Guadalajara aguantaba a sólo cuatro goles (22-18).
Pero ahí, tras un tiempo muerto de Cadenas, llegó el tirón definitivo. Casi ocho minutos estuvo sin encajar el Ademar, que con cuatro paradas seguidas de Slavic, una penetración de Feutchmann, un ‘latigazo’ de David y dos tantos del infalible Marchán, lograba un parcial de 4-0 que elevaba a ocho goles (26-18) la diferencia, permitiendo rotar y sentar en el tramo final a los jugadores con más minutos, algo que bien vendrá el sábado en Serbia. Ahí, con la Vojvodina, será otra historia. Pero el camino para llegar allí está siendo casi inmejorable.