Con el mejor reflejo de lo que ha sido la temporada y sobre todo su tramo final se despidió este sábado de la temporada el Abanca Ademar, que cayó por la mínima (28-29) frente a un Granollers que con esos dos puntos alcanzaba una cuarta posición que puede tener de premio una invitación para jugar en Europa el año que viene.Dos caras opuestas han tenido los leoneses de principio a fin y ambas se vieron en el mismo partido en su cierre, con continuos vaivenes y parciales a favor de uno y otro equipo, que culminaron con la remontada final de los vallesanos para devolverle la moneda de la primera vuelta al Ademar y ser ellos quienes esta vez le daban la vuelta a un partido que parecían tener perdido.
Otro disgusto que agria las despedidas se terminó llevando el Ademar, que se encargó de volver a demostrar lo obligada de su remodelación, que llevará a que sólo cinco jugadores continúen el año que viene y once de la actual plantilla no sigan en el club.
Por ello, por ser el día del adiós y sin que los dos puntos fueran definitivos, Manolo Cadenas alargó la rotación en la primera mitad. Pero sólo ahí. Porque los cinco o máximo 10 minutos que jugaron Gostovic, Piechowski o Natan, como todo el año de los dos primeros o los últimos meses del central, fueran suficientes para agotar una paciencia que con ellos ya escasea en el técnico y no volver a sacarles más.
Gonzalo se quedó a 4 goles del pichichi. Llevaba ya 12 en 41 minutos, pero sólo metió uno más de ahí al final De hecho, cuando aparecieron en pista fue cuando el Granollers dio el primer tirón. Había salido muy bien el Abanca Ademar, liderado por un Gonzalo Pérez que por momentos dio la sensación de poder alcanzar el ‘milagro’ de levantarle a Serrano los 17 goles que le llevaba y llevarse el título de máximo goleador de la liga Asobal.
Seis de los primeros siete del equipo, en sólo 11 minutos de juego, llevaba ya el extremo zurdo, que parecía tenerlo a tiro con 12 cuando todavía quedaban 21 minutos por delante, pero metió sólo uno más de ahí al final y se quedó en 13, condicionado por ese final igualado en el que Cadenas dejó claro que la prioridad era ganar el partido no dejándole tirar un siete metros después de haber fallado ya uno con anterioridad.
El caso es que, con Gonzalo de líder,Slavic aportando bajo palos y Feuchtmann decisivo en ataque y defensa, demostrando el coraje, la lucha y el dejarse el alma en cada encuentro que bien hubieran hecho en copiar varios de los que también se van, el Ademar cogió pronto tres goles de renta (7-4) que mantenía con el 10-7.
Sin embargo, ahí llegó el primer apagón. Sin su máximo goleador, el exademarista Antonio García, ausente por lesión, Pol Valera y Salinas tiraban de un Granollers que aprovechaba el inicio de las rotaciones leonesas para adelantarse por primera vez con un parcial de 0-4 (10-11) y alargarlo hasta el 1-6 para coger los dos tantos de renta con los que también llegaría al descanso (12-14).
Pero ahí, tras el gol de Chema Márquez que puso a los catalanes por única vez tres arriba (12-15), llegaron los minutos de vendaval ademarista.
Tras la máxima ventaja del Granollers (12-15) llegó un parcial de 8-1 liderado por las paradas de Khalifa Liderados por un inmenso Khalifa, que bajó la trapa y empezó a sacar manos, brazos y piernas imposibles a cada lanzamiento catalán, fuera a bocajarro en seis metros, en tiros lejanos o incluso en penaltis o contras, los de Cadenas se disparaban con un tremendo parcial de 8-1, que incluía dos goles sin portero en una inferioridad (uno de ellos de Donlin desde el centro del campo), que les colocaba con su máxima renta de todo el encuentro (20-16).
Y de hecho, tras varios minutos de intercambio de goles con Khalifa sosteniendo al mantener su exhibición que el acierto en ataque empezaba a bajar, seguían ganando de cuatro (25-21) a sólo ocho minutos para el final.
Pero ahí volvió a desaparecer el Ademar. En defensa, donde cada ataque rival parecía ser ahora gol, con varios penaltis seguidos en los que quizá existió demasiado celo arbitral. Y en ataque, donde las pérdidas se acumulaban y Cadenas volvía a recurrir a Jaime como central para intentar solventar el atasco.
Y así, con un parcial de 1-5, se entraba a los últimos cuatro minutos con empate (26-26) y un ‘minipartido’ nuevo por delante. Ahí apareció Lucin, hasta entonces muy apagado, para marcar un golazo desde nueve metros primero y asistir después a Marchán para que se marcara una de esas roscas ‘marca de la casa’. Pero Granollers tampoco fallaba, y con un lanzamiento lejano de Gassama y otro en en el pivote de Salinas colocaba el 28-28 con el que se entraba a los 120 segundos finales.
Gassama metió el gol del triunfo a 40 segundos y Jaime se precipitó con un tiro lejano a falta de 9 La iniciativa era del Ademar, más aún cuando a falta de minuto y medio Jaime forzaba un penalti, pero la perdía cuando Feuchtmann no lograba superar a Varela, que detenía el balón. Y Gassama, letal en el tramo final y cada vez más reconvertido de extremo a lateral, se levantaba desde lejos para poner el 28-29 con 40 segundos por delante.
Rescatar un empate era lo máximo a lo que aspiraba el Ademar, pero tampoco se consiguió y, como sucedió en Valladolid, Jaime tuvo el último tiro con un punto en juego, en esta ocasión demasiado precipitado desde casi nueve metros con 9 segundos aún por delante, pero volvía a toparse con el portero y confirmaba la derrota leonesa.
Otra derrota que agriaba las numerosas despedidas del final y ponía punto final a un año condicionado por el Covid y salvado por la Copa.