Ademar 28 - Cuenca 32: 'El cántaro se terminó rompiendo'

Cuenca asalta el Palacio de los Deportes en un partido en el que el equipo leonés demostró que aún le queda mucho por mejorar

Jorge Alonso
25/09/2020
 Actualizado a 25/09/2020
El Abanca Ademar cayó derrotado ante Cuenca. | MAURICIO PEÑA
El Abanca Ademar cayó derrotado ante Cuenca. | MAURICIO PEÑA
Dicen que tanto va el cántaro a la fuente que se termina rompiendo. Eso fue lo que le pasó al Abanca Ademar, que perdió su primer partido de la temporada de la forma más dolorosa, en el Palacio y ante un rival directo como Cuenca que se marchó de León con la primera victoria de su historia a orillas del Bernesga.

Venía avisando Manolo Cadenas de que su equipo no estaba tan bien como debería a estas alturas de la temporada a pesar de ser solo el inicio. Los resultados sí estaban llegando, pero nunca con claridad. Este viernes el equipo leonés dejó claro que aún le queda mucho por mejorar si quiere estar en la pelea por Europa y es que en esta ocasión no fue suficiente ni con la aportación de la portería ni con las individualidades ante un Cuenca muy serio en defensa, superior en ataque y liderado bajo palos por un Leo Maciel que terminó el partido anulando el ataque leonés completamente cojo.

Leo Maciel fue una pesadilla para el ataque del Ademar incluso jugando lesionado toda la segunda mitad El argentino se lució ante su técnico ya desde el inicio, en el que tanto él como Slavic fueron protagonistas. El 1-1 en el marcador a los 5 minutos de partido demostraba tanto su acierto como las imprecisiones de ambos equipos en un partido en el que el ritmo se fue cortando continuamente debido a las numerosas exclusiones de la considerada mejor pareja arbitral del mundo, la formada por Raluy y Sabroso, que dio todo un recital de dos minutos en la primera mitad.

Fue eso lo que marcó el resultado, con Cuenca haciéndose con las primeras ventajas liderado por Dutra, incapaz de ser parado por la defensa ademarista y obligando a pedir a Cadenas a pedir el primer tiempo muerto (5-7). Dio resultado el parón, ya que con la entrada de Lucin sustituyendo a un errático Natan y el gran acierto de Slavic, el equipo leonés pudo remontar el partido y tomar su primera ventaja (10-9).

Sin embargo, la gran defensa en el centro de Cuenca impidiendo al Ademar encontrar a Marchán (que se marchó con un solo gol) y los errores propiciados por ello igualaron el encuentro de nuevo e incluso permitieron a los visitantes marcharse al descanso con un tanto de ventaja tras un nuevo gol de Dutra (12-13). Fue lo que permitió camuflar el cambio que había llegado en la portería conquense, en la que Maciel se había lesionado dejando su lugar a un desacertadísimo Samu Ibáñez.

El 6-0 planteado por Cadenas no terminó de funcionar y Cuenca castigó la pasividad defensivaPese a ello no le salían las cosas al equipo de Manolo Cadenas, castigado una y otra vez en defensa especialmente en el centro y eso obligaba a cambiar el guión del partido en la segunda parte. Nada más lejos de la realidad, ya que fue Cuenca el que apretó el acelerador en el reinicio del encuentro con dos tantos que llevaban la ventaja hasta los 3 goles (12-15) y comenzaban a ponerle el partido cuesta arriba a los leoneses.

Semedo, de lo más destacado en ataque en los ademaristas, sostenía al equipo en ataque mientras que Cadenas daba el relevo en la portería a Ghebdane buscando un cambio de tendencia que llegó. Un par de paradas del argelino permitieron correr casi por primera vez al equipo y un tanto de Lucin igualó el encuentro y obligó a José Manuel Doldán, en el banquillo ante la sanción de Lidio Jiménez, a parar el encuentro (19-19).

Sin encontrar oposición en la portería, Maciel regresó a la pista completamente cojo y volvió a convertirse en una pesadilla para el ataque del Ademar, que desperdició una superioridad con un parcial de 0-2 que volvía a abrir renta para Cuenca con la explosión de Alves y dejaba ya solo 10 minutos para la reacción con 3 goles en contra (22-25).

El despertar de Natan hizo creer al Abanca Ademar, pero no fue nada más que un espejismo ya que supo jugar bien sus cartas Cuenca en el final con Fede Pizarro a la cabeza y terminó por desquiciar a un Ademar que en los últimos minutos ya arriesgó buscando una remontada que nunca llegaría. De hecho, lo único que llegó fue una renta mayor para los visitantes, que terminaron llevándose el partido por cuatro goles en una circunstancia a tener en cuenta de cara al golaverage final. Una derrota que debe servir de punto de inflexión mientras haya tiempo para hacerlo, ya que a partir de octubre el equipo de Manolo Cadenas comenzará, coronavirus mediante, una vorágine de encuentros en la que apenas habrá tiempo para lamentarse ni pensar sobre lo ocurrido. El primer toque de atención ya está sobre la mesa.
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