Ademar 27 - Barcelona 35: 'Sin opciones de soñar con el milagro'

El Ademar no rompe los pronósticos y cae en una final rota ya en la primera parte, cuando el Barça aprovechó sus numerosas pérdidas para irse de 9, pero en la que nunca bajó los brazos

Jesús Coca Aguilera
07/03/2021
 Actualizado a 07/03/2021
Carrillo lanza durante la final de este domingo en el Wizink Center de Madrid. | J.L. RECIO
Carrillo lanza durante la final de este domingo en el Wizink Center de Madrid. | J.L. RECIO
El objetivo estaba más que cumplido. La clasificación para volver a jugar competición europea la próxima temporada, gran premio que tenía la Copa del Rey y más dado cómo se había complicado el pase a través de la liga, estaba ya en la buchaca del Abanca Ademar. Y el botín extra de jugarte otro título a un partido el año que viene, la Supercopa de España, también.

Pero cuando estás en la final y a 60 minutos de alzarte con la Copa del Rey, aunque tengas enfrente al FC Barcelona y su abrumadora superioridad sea evidente, siempre piensas a lo grande y te preguntas: ¿por qué no va a darse la campanada?

Sin embargo, las ilusiones ‘murieron’ prácticamente en el mismo momento en el que el balón se puso en juego en la pista. Sin opciones ni siquiera de soñar con el milagro se quedó el Abanca Ademar, que cayó 27-35 con un F.C. Barcelona que rompió el partido ya en la primera mitad, en la que llegó a mandar hasta por nueve goles (10-19), no haciéndose excesiva en ningún momento en la segunda la herida porque los de Cadenas nunca bajaron los brazos.

El Ademar regresa de Madrid con la clasificación  para jugar el año que viene en Europa y la Supercopa Eso sí, de salida, la puesta en escena no fue buena. Aún jugando a tu mejor nivel, lo normal contra el Barcelona es perder. Si además estás lejos de él, la consecuencia es que en un visto y no visto la escuadra blaugrana ya ha puesto tierra de por medio y te ha dejado sin poder pelear por el partido.

Fue lo que pasó de salidadonde sin el lesionado Semedo (se está a la espera de hacerle pruebas con la esperanza de no confirmarse la grave lesión en el tendón de aquiles que se teme) y con Cadenas sorprendiendo con Piechowski de salida en defensa y ataque, el Ademar encadenó un continuo carrusel de pérdidas, que no deja de ser lo peor que te puede pasar contra un equipo que a la contra te mata.

Y eso que la exhibición de Khalifa, por quien el técnico apostaba pese a venir de dos ‘partidazos’ seguidos Slavic, te hubiera podido dar en un escenario normal en ataque incluso una pequeña renta en ese arranque.

De lejos, en seis metros, en contras... el argelino estaba inmenso, pero la ofensiva no acompañaba y sólo servía para que en el minuto 11 el Ademar estuviera a sólo un gol de distancia, en un 5-6 que sería lo más cerca que llegó a encontrarse pues a partir del 7-9 del ecuador llegó el definitivo despegue blaugrana.

La exhibición de Khalifa no compensó las 10 pérdidas en los 19 primeros minutos y el Barça ya iba 10-19 a los 24 En cinco minutos, el Ademar ya había perdido 5 balones y Cadenas gastaba su primer tiempo muerto con 1-3. Llegados a los 19 y con un experimento por el medio de jugar con siete jugadores de campo que sólo duró dos ataques y costó dos goles a portería vacía, el número de pérdidas ya había ascendido a 10 y el técnico ademarista volvía a parar el choque con un 7-13 en el marcador que exigía reacción inmediata si querías seguir en partido.Y en el 24, la sangría ya se había disparado a los nueve goles de diferencia (10-19) dejando claro que el Ademar no rompería los pronósticos y el Barcelona se proclamaría campeón.

No iba a ser el día en el que los blaugranas fueran destronados. Pero incluso de una dura derrota pudo sacar lecturas positivas el Ademar. La primera, muy clara, el sensacional partido de un Gostovic desahuciado durante muchos tramos de la temporada y que sacó el ‘brazo’ a pasear marcando cinco goles, casi todos en tiros lejanos, demostrando qué es lo que vio en él Cadenas y haciendo pensar que pese a su rendimiento global esta temporada su gran potencial está presente.

Gostovic brilló en un Ademar que sólo aguantó 15 minutos (7-9) en partido. Tras el descanso llegó a ponerse a 6 La segunda que, con un Barcelona enfrente que en escenarios así te puede acabar ganando de 15 o 20, el Ademar frenó el vendaval, tirando de orgullo para no dejarse ir en ningún momento.

Cierto es que recuperar opciones era ya una quimera y lo más cerca que llegó a estar fue a seis (15-21) en los primeros compases de la reanudación. Pero también que con Khalifa sin rayar la excelencia como en el inicio pero sí cumpliendo, y encontrando con facilidad al pivote, con quien en la primera parte no habían sido capaces de conectar, pero al que hallaban una y otra vez ahora haciendo Marchán cinco goles en esos segundos 30 minutos, el Ademar no permitió que la diferencia se fuera nunca por encima de los 11 (22-33) que acabaron como máxima y finalizara con ese honroso 27-35 su participación copera.

De Madrid regresan los leoneses con los deberes hechos, pero sin el milagro que hubiera convertido esta Copa del Rey en una de esas inolvidables citas para la historia.
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