Ademar 26 - Huesca 26: 'Un punto que celebrar en un partido para olvidar'

Sin Carou ni David, el conjunto ademarista mostró su peor cara de la temporada y salvó un empate con un gol de Marchán a falta de sólo 8 segundos

Jesús Coca Aguilera
15/02/2020
 Actualizado a 15/02/2020
Marchán, que marcó los dos últimos goles del Ademar, intenta zafarse de la defensa del Huesca. | SAÚL ARÉN
Marchán, que marcó los dos últimos goles del Ademar, intenta zafarse de la defensa del Huesca. | SAÚL ARÉN
Si a un equipo como el Abanca Ademar le quitas a su mejor defensor y a su jugador más destacado en ataque, es inevitable que no se note. Y si enfrente está un conjunto serio, cuya penúltima posición es totalmente irreal y que sin lesiones y con el fichado en Navidad Tioumentsev es un equipo de zona media alta, la consecuencia es que pinchar entra dentro de las posibilidades.

Le sucedió al Abanca Ademar, que manchó su inmaculada trayectoria en liga, donde desde que le tumbó en la primera jornada el Bidasoa sólo había mordido el polvo frente al Barcelona, tras empatar 26-26 con el Huesca en un choque en el que echó muchísimo de menos a los ausentes por lesión Gonzalo Carou y David Fernández, que sufrió un problema en el menisco frente al Magdeburgo y aunque se vistió no llegó a entrar en la pista.

Un punto que celebrar en un partido para olvidar sumó el Abanca Ademar, pues a falta de cuatro minutos para la conclusión perdía de dos (22-24) y logró el gol del empate a falta de sólo ocho segundos para la conclusión.

Ningún equipo ganó de más de dos goles. El Huesca los cogió por primera vez a falta de sólo cuatro y medio Una conclusión positiva para un tramo final de infarto y en el que el salvador de los leoneses fue curiosamente un jugador que estaba teniendo un día negro hasta entonces: Marchán.

Naufragando en el centro de la defensa, donde sobre todo en la segunda parte el Huesca le buscó constantemente tanto con penetraciones de Tioumentsev como con balones al pivote, en ataque llevaba cero goles a sólo un minuto y medio para la conclusión.

Pero en una demostración de carácter, de jugador que no se esconde en los momentos de la verdad aunque las cosas no le estén saliendo, acabó haciendo los dos últimos. El primero, después de que un Slavic que sin brillar como en sus mejores días sí que cuajó un buen partido, sacara un tiro solo en seis metros de Montoya que era casi la sentencia, y que Pedro montara la contra rápido y encontrara a Marchán en seis metros donde resolvía.

El segundo, tras volver a poner por delante Tioumentsev al Huesca a 40 segundos para el final, después de que la jugada preparada en el tiempo muerto de Cadenas no funcionara, pero in extremis el pase de Lucin llegara al pivote, donde Marchán no fallaba y colocaba un empate que sería definitivo tras no acertar Marcelo en el postrero golpe franco con el reloj a cero para dar el triunfo al Huesca.

Del mal el menos para el Ademar, que tremendamente atascado en ataque desde el minuto uno al 60 nunca llegó a ganar de más de dos goles en todo el choque. Encadenando una pérdida tras otra, estrellándose una y otra vez contra un sensacional Jorge Gómez Lite (que se lesionó en el tramo final en un choque con Juanjo) y fallando tiros en posiciones claras o incluso en contraataques.

De cuajar un pésimo partido a ser el salvador pasó Marchán. Los últimos goles de Ademar fueron sus dos únicos tantos Nada le salía a los de Cadenas, que rotaba y lo probaba casi todo sin apenas encontrar soluciones. Los contraataques o las acciones desde los extremos de Mario y Jaime fueron las únicas durante la mayor parte de los minutos, sólo secundadas por un Feuchtmann valiente y decisivo ante la falta de ideas generalizada o por los minutos de inspiración de un Acacio intermitente pero importante en varios tramos del choque. ¿Carrillo y Gonzalo? Desacertados. ¿Vieyra? Como ‘Plan B’ de Juanjo Fernández pese a no estar David y sin aportar adelante ni uno ni otro. ¿Lucin? Como en los últimos partidos, fatal, acabando con 0 goles de cuatro intentos.

¿La consecuencia? Que con un ritmo pausado y una gran defensa, el Huesca llevara el partido a su terreno y lo tuviera permanentemente igualado pese a las paradas de Slavic o a un Juanjo Fernández que se multiplicaba en defensa.

Con empate (11-11) se fueron al descanso, después de que el Ademar no consiguiera romper el choque en las cinco veces que se puso dos arriba (desde el 6-4 al 10-8 con un constante intercambio de goles); y mandando se pasó casi toda la segunda mitad el conjunto oscense, pues el Ademar únicamente fue por delante con el 17-16 y el 18-17.

El Ademar, muy atascado en ataque, se estrelló contra Lite y sólo fue por delante dos veces en la segunda parte Los minutos pasaban y nada cambiaba. Con 18-19 pedía tiempo Cadenas, pero todo seguía igual. Un ‘golazo’ de Sergio Pérez tras un giro de 360 grados, otro de Mario López con una brillante rosca desde el extremo y sobre todo muchas imprecisiones desembocaban en el 22-22 con el que se entraba a los últimos siete minutos.

Ahí, Nieto y Montoya ponían por primera vez dos arriba al Huesca; Jaime marcaba y forzaba una exclusión que aprovechaba Feuchtmann para robar un balón y marcar a la contra. Pero el experimentado Tioumentsev no fallaba y ponía el 24-25 a dos para el final.

¿La resolución? Ya la saben. Un empate y la necesidad de mejorar para llevarse el miércoles el derbi.
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