Acor pagará a 60 euros por tonelada de remolacha la próxima campaña

La cooperativa incluye en el precio una compensación al productor por el aumento de costes de 9,2 euros por tonelada y una prima de compromiso

Ical
22/09/2022
 Actualizado a 22/09/2022
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El presidente de Acor, Jesús Posadas, anunció este pasado martes el aumento en casi un tercio del precio mínimo de compra de la remolacha al agricultor hasta alcanzar los 60 euros por tonelada en la presente campaña. Una cantidad que, además, anunció que subirá a un mínimo de 61 euros para la temporada 2023-2024.

Durante la rueda de prensa celebrada en la sede de Acor en Valladolid, Posadas, recordó que esto supone un incremento importante con respecto al precio acordado en la asamblea de 2021 del Consejo Rector, que situó el precio mínimo en 42 euros por tonelada, y también en relación a precio que el propio Posadas aseguró durante el desarrollo de la pasada campaña con respecto al precio mínimo de la actual, que Acor situó entonces en 45,8 euros.

El nuevo ingreso mínimo garantizado al agricultor, para una campaña «casi inminente» en la que la fábrica de Acor se abrirá el mes próximo para recibir la remolacha, incluye una compensación por el incremento de los costes de producción, que alcanza los 9,2 euros como prima para compensar la subida de los insumos como los fertilizantes y la energía, y una prima de compromiso de cinco euros por cada 1.000 kilos que recibirán «todos los socios que se comprometan a contratar la misma cantidad de remolacha en la próxima campaña».

Otra de las novedades de la presente campaña es que la remolacha se entregará en la fábrica «entera, con corona», momento en el que la cooperativa abonará la cantidad acordada, y además Acor mantendrá el anticipo a cuenta de hasta 1.000 euros por hectárea a aquellos productores de remolacha que lo soliciten.

El objetivo que persigue el Consejo Rector de Acor con este aumento es «mantener el interés por la remolacha», cultivo que Posadas defendió que tiene «una rentabilidad interesante» como demuestran los datos de la presente campaña. «Hay buenos argumentos para seguir sembrando remolacha», sentenció, recordando además que «siempre que el Consejo Rector ha propuesto un ingreso mínimo garantizado, se ha superado».

El presidente de Acor defendió asimismo el aumento de precios mínimo en los otros dos cultivos que gestiona la cooperativa: el girasol, cuyo precio base mínimo aumentó hasta los 630 euros desde los 360 de la campaña anterior para el común y hasta los 700 desde los 390 en el caso del alto oleico; y en la colza, que aunque mantiene los 400 euros, se ha liquidado a 667 de media por tonelada frente a los 505 de la campaña anterior.

Por último, Posadas recordó también que en este precio mínimo garantizado no entra el posible retorno cooperativo que se genere durante la campaña, cuyo reparto tendrá que acordar el Consejo Rector «al finalizar el ejercicio económico, cuando estén cubiertos los fondos y siempre que exista garantía de tesorería y estabilidad económica». Por ello, y dado que el Consejo Rector «no descarta el retorno cooperativo», la cantidad final que reciban los socios productores podrá ser mayor.

Reducción de siembra


Acor presentó también este pasado martes estos datos ante una campaña que, no obstante, sufre una reducción de la siembra desde las 10.500 hectáreas de media a las poco más de 7.000 que se cultivaron este año y que en breve pasarán a ser arrancadas de cara a su traslado a la fábrica y posterior molturación.

«Desde el punto de vista productivo, el nivel óptimo de superficie son 12.000 hectáreas, pero a determinados precios de gas y azúcar», recordó el director general de Acor, José Luis Domínguez, señalando que «con los actuales precios» de ambos productos, la cooperativa podrá tener «un ejercicio interesante» durante la campaña 2022-2023.

Además, Posadas recordó que la reducción de la superficie de siembra, que no solo afecta a Acor sino a toda Castilla y León, se ha debido a una «subida escandalosa de los fertilizantes y la energía», además de a una reducción del agua de riego para sembrar y de la pérdida en abril de 2.500 hectáreas sembradas por las heladas, de las que solo se resembraron 1.000, circunstancias que Posadas esperó que este año «no se vuelvan a repetir».

Por último, y de cara al futuro, el presidente de Acor manifestó que con los cultivos que la cooperativa gestiona actualmente (girasol, colza y remolacha), a los que se une el de frutos secos iniciado hace un tiempo, es suficiente y que «por ahora no tenemos necesidad de más rotación de cultivos», si bien matizó que «esto no quiere decir que no sigamos investigando y que cualquier propuesta de socios pueda ser estudiada».

La cooperativa Acor aumentó su beneficio en casi seis millones durante la última campaña hasta alcanzar los 8,41 millones de euros en el ejercicio 2021-2022, tras presentar una cifra de negocio de 317 millones de euros, un 12 por ciento más que en el último ejercicio.
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