Acoquinados, o como se diga

17/06/2020
 Actualizado a 17/06/2020
17-06-2020-a-la-contra.jpg
17-06-2020-a-la-contra.jpg
Abrumados por la diaria cita con el informativo local, con los bares que cierran, con las minas que no abren, con las promesas vacías, con las palabras huecas, con los cocodrilos de Valladolid, con los adoquines sin playa debajo porque el mar sigue estando a cien kilómetros, con la Cultural que un año más nos promete subir y dudamos de ella más que de la verdad letra del himno al que puso música Odón, con que nada sabemos de las empresas que iban a crecer en las semillas de Vestas, con el virus que nos ha llevado a tantos de los nuestros y tan buenos... abrumados nos olvidamos, a ya casi ni nos motiva, saber que también hay caras en estas monedas que sólo enseñan la cruz.

Buena es la palabra, sangre, para recordarlo. Podía ser la sangre que dejaron los mineros en el pozo negro para que nadie se lo recordara a la hora de cegarlo, podía ser la sangre que sudaron los agricultores para producir esa leche que después compramos a Francia... o podría ser simplemente la sangre.

Porque cada vez que hace falta sangre, cada vez que hay que llenar las reservas de ella para posibles contingencias, siempre han aparecido leoneses anónimos —a los que a veces ponen una medalla por su insistencia en la generosidad— que responden como en tantos campos del altruismo responden las gentes de esta tierra. Y eso también es bueno no olvidarlo, aunque solo sea por sonreír por algo, que nos tienen acoquinados, o como se diga.
Lo más leído