Achatarrar coches oficiales

El anuncio que ha hecho el Gobierno sobre su voluntad de poner un límite temporal tanto a la fabricación como al uso de vehículos con motor de combustión, no deja de ser un brindis al sol, pero un brindis que puede tener consecuencias poco deseadas en la economía. Parece al menos temerario que un gobierno recién aterrizado, con minoría parlamentaria, planifique la desaparición de un medio de locomoción de más de un siglo de exitosa historia y que está presente en las vidas de casi todos los españoles. Un medio de locomoción vinculado a la necesidad, al trabajo y a la economía, y en menor medida al ocio, que también es importante y por supuesto un derecho. Le guste o no a Pedro Sánchez, a este Gobierno le va a suceder otro, e incluso le puede suceder otro bajo la misma ideología y distinto liderazgo, y es probable que piense distinto y se apresure a derogar lo que ahora con ligereza se pretende legislar. Experiencia tenemos en España de cambiar leyes y normas sobre un mismo contenido en cada legislatura, y una prueba son las que tienen que ver con la educación, una política que, por cierto, necesita de la planificación a largo plazo más que el uso de los motores de combustión. No tengo ya edad para verme afectado por esa decisión de no poder utilizar coche de gasolina o gasóleo, pero si la tuviera, quizá sería el último en desprenderme de esos cacharros tan útiles y que tanto envidiamos quienes en alguna etapa de nuestra vida no los tuvimos. Se valora más lo que no se tiene, por eso esta clase media alta de niños bien que nos gobierna, sean de izquierdas o de derechas, que se criaron ya en la abundancia, no quieren que usemos el coche, nos miran mal cuando nos ven al volante. Otra cosa es cuando ellos se suben al coche oficial, que ya no lo sueltan ni con agua hirviendo, como si esos coches oficiales de alta gama no contaminaran, o como si la contaminación oficial fuera menos perjudicial para la salud. Llegado aquí, que achatarren los coches oficiales y que nos dejen al resto disfrutarlos por algún tiempo más.