Abordar la reconstrucción desde la humildad, por Victoria Seco

Para una institución humanitaria como Cruz Roja, también ha sido difícil enfrentarse a una crisis sanitaria sin precedentes, como la que estamos viviendo. Con mucho esfuerzo de trabajadores, colaboradores y el altruismo de los voluntarios leoneses que incluso han arriesgado su vida, estamos consiguiendo proteger a las familias más desfavorecidas. Ellas son las que, sin duda, están sufriendo las consecuencias más dolorosas de esta situación que también se ha convertido en una grave crisis económica. Hemos sido capaces de cubrir todas las necesidades: las de aquellos a los que veníamos ayudando, las de los que ya no necesitaban nuestra ayuda y han tenido que volver a llamar a nuestra puerta y, lo más grave, las de tantas familias que por primera vez han tenido que acudir a Cruz Roja en León.

A pesar de esta situación tan complicada, es preciso levantarnos rápido, una vez más, cuando aún nos recuperábamos de la crisis económica del 2008 y cuando la sociedad leonesa se planteaba exigir cambios, planes y compromisos a todas las instituciones para crear valor y riqueza en la reconstrucción de nuestra provincia.

Administraciones, empresarios, trabajadores ... hemos de estar implicados en este importante y difícil reto, pero para ello es fundamental abrir el abanico de participación a los leoneses de tantos sectores económicos como sea posible, para que todas las personas con inteligencia, talento, nuevas ideas y ampliación de perspectivas para la reconstrucción de nuestra provincia, sean escuchadas. Es momento de abrirse, de hacer este foro de reconstrucción de León más participativo para encontrar soluciones originales, inteligentes, desde muy diversos ámbitos de nuestra sociedad que consigan realmente cambiar el rumbo de las iniciativas puestas en marcha hasta la fecha.

Y en este largo recorrido que nos queda por andar, en esta ocasión única, no hay que olvidar el valor de la opinión de tantas mujeres leonesas, en la toma de decisiones sobre el futuro de nuestra provincia. Somos promotoras del cambio, con un sentido práctico a la hora de plantear soluciones, acostumbradas a organizar tiempos y recursos y capaces de impulsar iniciativas, por lo que nuestra participación en el proceso de reconstrucción de la provincia resulta imprescindible.

Más que nunca es necesario abordar esta reconstrucción sintiéndonos parte de una sociedad moderna pero desde la humildad, abandonando los egoísmos, egos y prejuicios... porque si algo nos ha recordado esta pandemia es, por un lado, la poca seguridad de la duración de cualquier instante de bienestar y, por otro, que debemos ser más humildes; todos los eslabones de la cadena son imprescindibles, la sociedad está conectada y en una situación como la vivida sentimos verdaderamente que todos sus miembros somos iguales:  vulnerables, imperfectos y mortales. Vaya nuestro sentido homenaje a los que nos han dejado, una generación modélica de infatigables trabajadores que hicieron que León destacara en muy diversos ámbitos económicos, en épocas de mucha mayor dificultad y escasez de medios.

Debemos realizar un esfuerzo –desde nuestro convencimiento de que somos una provincia con muchas fortalezas y grandes oportunidades de negocio–, en reclamar la atención de las corporaciones para lograr que fijen su atención en esta provincia con tanto potencial en historia, patrimonio cultural y natural, gastronomía, agricultura, tecnología, investigación... Es aquí y ahora donde las nuevas tecnologías mediante el desarrollo del comercio y negocio electrónico, el desarrollo de marca personal, el posicionamiento web y canales de venta online, deberán ocupar un lugar importante para poner en valor nuestras empresas, luchar contra la despoblación y que los jóvenes puedan desarrollar un proyecto de vida en nuestro territorio.

En estos días de confinamiento, hemos sido testigos del repentino rejuvenecimiento de la población de León. Gracias a las oportunidades que ofrece la tecnología y la conexión a internet, cientos de jóvenes han permanecido estudiando o teletrabajando en los domicilios familiares a los que retornaron cuando se decretó el estado de alarma. Ha sido una ocasión única para demostrar cómo nuestros jóvenes, los mejor preparados de la historia, pueden desarrollar sus estudios o su carrera profesional desde nuestra provincia de una manera muy eficiente. Esperamos que las grandes corporaciones tomen nota de ello y esta crisis haya servido para ofrecer alternativas laborales en nuestro territorio. Sería muy buena noticia para León, recuperar parte de esa juventud que, año tras año, se desplaza a las grandes ciudades. Es preciso recordar cómo está crisis ha demostrado la importancia de la descentralización de la población hacia otras partes de nuestra tierra, especialmente las más despobladas del medio rural. La masificación de la población en las grandes ciudades ha perjudicado, sin lugar a dudas, en la rápida transmisión del virus entre la población.

Y si en algo estamos todos de acuerdo, es en la verdadera necesidad de apostar por la formación y la investigación en la Universidad leonesa. Todo esfuerzo humano y económico en ciencia y salud, se hace más visible e imprescindible que nunca. En el contexto actual, la formación on line se vislumbra como una alternativa para generar valor en el conjunto de nuestra sociedad.

Hora es pues de sentirnos orgullosos de los muchos tesoros que esta crisis sanitaria nos ha desvelado y de comprometernos desde Cruz Roja Española a sumar en la reconstrucción de nuestra provincia, con toda el coraje, capacidad e ilusión con la que la institución lleva trabajando durante los últimos 156 años. En esta crisis sanitaria hemos estado a la altura de las circunstancias y nuestros voluntarios, socios y colaboradores están más fuertes y motivados que nunca. Necesitamos seguir contando con la solidaridad de todos los leoneses para no dejar atrás en este proceso de reconstrucción, a los más vulnerables. La resiliencia es la seña de identidad de Cruz Roja y en estos momentos se hace necesario aprovechar nuestros recursos para ofrecer ayuda, educación en valores humanos, orientación y acompañamiento, especialmente proteger el porvenir de niños y jóvenes de familias desfavorecidas, para que también ellos sumen en este ilusionante proceso de reconstrucción de León. Ojalá esta crisis haya servido como oportunidad única para poner en orden nuestra escala de valores y recordar la diferencia entre lo esencial y lo superfluo y nos haya dado fuerzas a todos los leoneses para sobreponernos y luchar por ese cambio definitivo en el futuro de nuestra provincia, que nos permita convivir en paz, solidaridad y progreso.