Abierto al mundo con marca Bierzo

La Moncloa de San Lázaro forma parte del Camino de Santiago desde Cacabelos y eso hace que cada día sea una historia que contar bajo la glicinia donde los peregrinos toman el vino con empanada con el que les da la bienvenida

Mar Iglesias
13/04/2018
 Actualizado a 13/09/2019
Al llegar, el patio da la bienvenida a La Moncloa. | C.R.
Al llegar, el patio da la bienvenida a La Moncloa. | C.R.
Cada día es una historia que contar detrás de las puertas de La Moncloa de San Lázaro, un referente en el Camino de Santiago en lo cultural pero también en lo gastronómico. La Moncloa es casa de comidas y también alojamiento desde 2005, pero guarda un íntimo sabor rural que se manifiesta en los platos. La tradición culinaria berciana se deja ver en cada uno de ellos.

Botillo, chorizos, costillas
y todo lo que tiene que ver con el cerdo abren boca en un establecimiento que se deja querer por el Camino de Santiago, porque nació con la sangre de sus venas y a ellas se debe. Pero la carta crece con ensaladas frescas y un variado menú de pescados, en el que destaca la trucha del río. Los postres tienen tras de sí las recetas tradicionales como la crema de limón, que guarda aún el sabroso beso de la abuela. En ellos los cocineros de La Moncloa utilizan también la castaña en almíbar o las mermeladas que después se pueden adquirir en la tienda aledaña, puesto que están fabricadas en la propia casa.

La tarta de manzana reineta o el helado de Orujo dejan patente que el apellido de cada uno de los productos de La Moncloa tiene que ver con el Bierzo, del que presume. Pero además de esos menús para saborear las exquisiteces de la comarca, abre otro tipo de comidas especiales para acoger comuniones, bodas o bautizos en sus grandes salones, eventos que siempre están acompañados de un aperitivo con el que hacer boca. Aunque, sin duda, su gran potencial son los espacios abiertos como el patio bajo la glicinia o la terraza de verano que aprovechan cuando llega el buen tiempo para unir la gastronomía a la música.

«Como somos unos locos por la música...», justifican desde La Moncloa, la comida se mezcla en invierno con conciertos tras las cenas y, ya en estos días de primavera, los domingos lo hace con las Escuelas de Música de distintas localidades bercianas «es que nuestro horizonte siempre lo marcan nuestras montañas», dicen. Antes de comer, el vino se suma a esas notas desde la terraza, a veces compartidas con los caminantes. Los peregrinos son los «clientes curiosos» de La Moncloa y a los que agradece la visita con un vaso de vino y un trocito de empanada «de la que tiene patata, porque cuando entren en Galicia, no la encontrarán», dicen.

Ese regalo de La Moncloa es ahora secundado por las bodegas de vinos del Bierzo y, cada semana, es uno de sus vinos el que riega los gaznates de los caminantes en su ratito de descanso en el patio. La pretensión final de La Moncloa es «sacar al Bierzo a todas partes» y sabe que lo ha conseguido ya, cuando los clientes vuelven y los peregrinos se hacen eco de su agradecimiento por las redes sociales, que maneja activamente, al igual que su premiada App.

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La Moncloa de San Lázaro. Calle Cimadevilla, 97, Cacabelos, 987 54 61 01.
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