Abanca Ademar 29 - Kadetten 28: 'León vuelve a rugir en la Champions’

El Ademar sabe sufrir para imponerse a un muy buen Kadetten / Cupara se salió, Simonet dirigió y Costoya ejecutó / Con uno arriba, Juanín sentenció a ocho segundos para el final

Jesús Coca Aguilera
24/09/2017
 Actualizado a 15/09/2019
Carou, Piñeiro y Costoya defienden el ataque del Kadetten. | MAURICIO PEÑA
Carou, Piñeiro y Costoya defienden el ataque del Kadetten. | MAURICIO PEÑA
Un sensacional Abanca Ademar. Un grandísimo Kadetten. Un partido vibrante, con múltiples variantes tácticas y máxima emoción que mantuvo la igualdad hasta el final. Y, para colmo, una importantísima victoria leonesa.

Si alguien hubiera escogido los ingredientes con los que cocinar el regreso, cuatro años y medio después, de la ‘Champions’ a León, habrían sido muy similares a los que protagonizaron el triunfo por la mínima (29-28) de la escuadra de Rafa Guijosa, que da un paso de gigante en sus aspiraciones de pelear por una de las dos primeras posiciones del Grupo.

Es la segunda jornada, sí. Pero visto lo visto, Ademar y Kadetten apuntan a batallar hasta el final por el segundo puesto. De momento pegaron primero los leoneses, que sólo fueron por detrás en el marcador con el 3-4, si bien nunca acabaron de romper un partido que ganaban de uno al descanso (14-13) tras haber sido de dos su máxima renta en esa primera parte, y en el que llegaron a ponerse cuatro arriba hasta en tres tramos diferentes de la segunda mitad, regresando no obstante en todos ellos la poderosa escuadra suiza a meterse en el encuentro.

El Ademar, que sólo fue por detrás con el 3-4, llegó a estar cuatro arriba en tres tramos diferentes de la segunda parte Clave fue la actuación defensiva, con un Carou enorme en el centro, pero sobre todo con un Cupara monstruoso en portería. Volvió a ser un muro el serbio, que ha empezado la temporada a un nivel sensacional, y que detuvo balones de todos los colores. Ellos brillaron atrás, mientras que adelante el protagonismo corrió a cargo de un Costoya tremendo en el lanzamiento lejano y asumiendo galones en los momentos más importantes y comprometidos, y de un Simonet que en su debut en partido oficial tras su lesión dio un ‘clinic’ en la dirección al que sumó cinco tantos, demostrando que con él en pista el equipo leonés juega a otra cosa.

Y eso que le costó en estático al equipo leonés, que se atascó contra el 5-1 del Kadetten, en el que Norouzi se lució. Fue el iraní quien más sobresalió en el Kadetten, jugando todo el partido en ese avanzado que tanto desgaste conlleva, y destacando también en los minutos que su técnico le daba en ataque.

El iraní Norouzi, sensacional en el avanzado y en ataque, lideró a un Kadetten que vivió de los lanzamientos lejanos Cuatro goles metió, además de hacer jugar mejor a un equipo que sobrevivía a base de zambombazos en los primeros segundos de cada ataque, donde sus potentes laterales se sentían muy cómodos, pero sufría cuando el Ademar conseguía frenar esa primera oleada.

Fueron los actores principales de una función que, durante sus primeros actos, tenía a Cupara, Vieyra y Ostroushko como protagonistas. El meta serbio porque desde las primeras jugadas inició su recital, el lateral argentino (al que sorprendentemente Guijosa no daba ni un minuto en la segunda mitad, en la que tampoco actuó un desacertado Vejin y apostó durante más de 50 minutos por David y en el tramo final por jugar sin zurdo) porque se mostraba muy activo jugándose los primeros ataques con dosis de cal y de arena, y el lateral ucraniano porque anotaba cuatro de los seis primeros goles del Kadetten.

Así, del 3-4 con el que mandaron por única vez los visitantes se pasó al 6-4, llegando con el 10-8 el primer tiempo muerto de un Kadetten que, inmediatamente después de cada uno de los tres que pidió Kukucka, logró un parcial de 0-2. Fue entonces el momento de Pesic,que aprovechaba al máximo tanto sus minutos en ataque como las soberbias asistencias de Simonet, y marcaba tres goles seguidos devolviendo los dos tantos de ventaja a un Ademar que finalmente se iba con esa mínima ventaja al descanso.

El Kadetten, tras ir 24-20 en el minuto 47, se ponía a sólo uno por primera vez desde el descanso a tres para el final Sin embargo, tras el paso de vestuarios, los de Guijosa comenzaron como un ciclón. Con dos lanzamientos desde nueve metros de Costoya y un precioso fly en el que Jaime conectaba con Simonet, se ponían por primera vez cuatro arriba (18-14), parando el partido el Kadetten y haciéndolo también al instante Guijosa, dándose la extraña y curiosa circunstancia de ver dos tiempos muertos, uno de cada bando, en los cinco primeros minutos de segunda mitad.

Fueron momentos de tirones. La eficacia de Juanín en los siete metros y una mayor responsabilidad de la habitual en la finalización de Simonet tiraban del Ademar. La movilidad de Liniger, moviéndose en seis metros, rescataba al Kadetten. Y así, en el minuto 47, se vio por última vez la máxima ventaja de cuatro (24-20) en el marcador.

Empezaba entonces a ‘bailar’ la diferencia entre los dos y los tres (27-24) con los que se entraba en los últimos diez minutos. Ahí paraba el inmenso Cupara su segundo penalti y desaprovechaba el Ademar una exclusión que había forzado Pesic, aprovechando los suizos cuando los dos minutos eran para el pivote serbio para ponerse a uno (27-26) tras una penetración de Szyba y un lanzamiento desde el extremo de Tominec, entre los cuales había intentando sin acierto una vaselina David Fernández.

Tras un palo de Simonet, los suizos atacaron en el último minuto para empatar, pero la perdieron  y Juanín marcó Era la hora de los ‘cracks’. Y apareció el del Ademar, Costoya, para soltar su enésimo trallazo y hacer su séptimo gol; y el del Kadetten, un Csaszar más gris de lo habitual, para volver a poner a uno (28-27) a su equipo, que tenía bola para empatar en el último minuto tras encontrarse Simonet con el palo.

Sin embargo, los suizos perdían el balón al intentar buscar el pivote, dando aire a un Ademar en el que Guijosa pedía tiempo con 22 segundos por delante. No se podía aguantar la posesión, pues los suizos permitieron con acierto dejar tirar, buscando el fallo que les diera vida. Pero quien lo hizo en seis metros fue Juanín y no falló. Marcaba el leonés a falta de 8 segundos y el gol valía dos puntos aunque Norouzi pusiera el definitivo 29-28 sobre la bocina.

La afición rugía. El equipo lo celebraba. El primer paso está dado. Para el objetivo queda aún un largo camino.
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