Abanca Ademar 23 - Logroño 23: 'Un punto para agarrarse a la élite'

Los leoneses rescatan un empate en el último suspiro que les permite depender de sí mismos en la última jornada para jugar la próxima Liga de Campeones

Jorge Alonso
12/05/2018
 Actualizado a 01/09/2019
Costoya lanza a portería ante la mirada de Piñeiro. | SAÚL ARÉN
Costoya lanza a portería ante la mirada de Piñeiro. | SAÚL ARÉN
Hacía tiempo que el Palacio de los Deportes no vivía uno de esos días en los que apenas da el aliento para cantar los goles. El de ayer era un día que antes del partido ya era grande, primero por lo que se jugaba el Abanca Ademar ante un rival directo como Logroño en lo que una vez más se reafirmó como todo un clásico de nuevo cuño. Segundo, porque decían adiós tres jugadores que a buen seguro no pasarán de largo si algún día regresan a orillas del Bernesga como es el caso de Piñeiro, Costoya y Cupara. Los ingredientes eran perfectos, la grada quizás no presentaba la imagen de aquellos duelos de hace años pero volvió a vibrar como si estuvieran llena a reventar. Y el partido ni mucho menos defraudó.

Un duelo a cara de perro, un tú a tú que demostró, al igual que lo hizo la semana pasada en Madrid, la igualdad entre dos equipos tremendamente parejos que se decidió en un final de infarto en el que el Abanca Ademar ganó a los puntos. Porque Mario López rescató a falta de 10 segundos un empate que favorece al equipo leonés en la pelea a tres por estar en la próxima Liga de Campeones, dependiendo de sí mismo el equipo de Rafa Guijosa en la última jornada para revalidar ese segundo puesto que lleva persiguiendo durante toda la temporada.

La actuación arbitral rayó a un nivel bajísimo y perjudicó a ambos equipos con una roja a Krupa como detonanteUn punto que sabe a victoria y es que Logroño tuvo el partido ganado. Un gol de Montoro, en un partido sensacional del lateral en su vuelta a León, permitía a los riojanos tomar a falta de un minuto una ventaja (22-23) que se habían ido repartiendo los dos equipos en la segunda parte. Una igualdad a la que el Abanca Ademar había llegado dependiendo prácticamente en exclusiva de la aportación de un genial Costoya, que en su despedida mantuvo al equipo leonés vivo durante muchos minutos con un recital de lanzamiento. Sin embargo, tras el tanto de Montoro y en una acción llamada a ser vital, el asturiano se botaba el balón en el pie en una de esas acciones inexplicables que solo protagonizan los genios.

Con balón para Logroño, el marcador a favor y menos de un minuto en el marcador el drama parecía asumido en el Palacio de los Deportes, sin embargo, Cadarso – que estaba cuajando un gran partido – pagó la novatada y no agotó el tiempo yéndose contra un Cupara que puso la guinda a un gran partido en el día de su adiós sacando un balón que recuperaba el Abanca Ademar y Mario López convertía a la contra en el empate.

Poco menos que un milagro para un día sin duda especial que comenzó con mejor color del que terminaría cogiendo hasta ese agónico final. Porque el equipo ademarista salió a la cancha dispuesto a saciar la sed de venganza que tenía tras la derrota en la Copa del Rey de Madrid poniéndose desde muy pronto por delante en el marcador una vez más desde la defensa.

Y es que el guión fue similar al de aquella semifinal de infausto recuerdo para la afición leonesa, con las defensas imponiéndose a los ataques y protagonistas similares ya que una vez más Krupa apuntaba a convertirse en la pesadilla del Abanca Ademar. Sin embargo, la mayor imprecisión de Logroño en ataque y la aparición de Biosca para salvar los dos primeros siete metros que le lanzaron permitieron a los locales tomar relativamente pronto una renta de 3 y 4 goles que invitaban al optimismo (8-4). Sin embargo, no terminó de romper el Abanca Ademar el partido y aprovechando una exclusión de Piñeiro Logroño recortó diferencias liderado por Ángel Fernández dejando la ventaja al descanso para los leoneses en dos goles con un marcador que hablaba por sí mismo de lo ocurrido en la primera media hora (9-7).

Logroño tuvo el partido ganado con 22-23 y balón en el último minuto... pero Cupara y Mario lo empataronLamentablemente, el protagonismo en la segunda mitad pasarían a tenerlo quienes nunca deben estar bajo el foco. Porque no habían tenido su mejor día hasta ese momento, pero la pareja formada por Rodríguez Estévez y Rosendo López ponía el listón alto en la historia de peores actuaciones arbitrales que se han visto en el Palacio de los Deportes.

Un ‘show’ que perjudicó a los dos equipos y que comenzó con menos de un minuto jugado de la segunda parte eliminando al portero visitante Krupa con una roja directa tras un golpe fortuito con Jaime Fernández en un contraataque. Una decisión que, como era de esperar por parte de unos árbitros superados por el escenario y los equipos, le pasó factura al Abanca Ademar a lo largo del segundo acto con pequeñas acciones que lo único que consiguieron fue echarse encima al público del Palacio y calentar el partido.

La situación fue minando a un equipo leonés que a pesar de recuperar de inicio los 4 goles de ventaja (12-8) no se encontró cómodo en ataque posicional en ningún momento permitiendo a Logroño ir limando la diferencia poco a poco gracias a la entrada de Javi Muñoz y Cadarso (que ayer mismo jugaba con el filial riojano fase de ascenso a Primera Nacional)y sobre todo el acierto de un Juan Del Arco al que Jota dio casi por descartado en la previa y sobre todo el partido de un sensacional Montoro.

El Abanca Ademar se aferró a Costoya, que anotó 6 goles consecutivos, para llegar a ese final de infarto que tras la victoria in extremis de Granollers en Benidorm permite a los de Rafa Guijosa depender de sí mismos en la última jornada. Ahora, toca rematar la faena nada menos que en un derbi. Valladolid espera.
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