Abanca 34 - Alcobendas 16: 'Una actuación coral y un muro en portería'

El Ademar arrasa de principio a fin al conjunto madrileño con Biosca y Slavic por encima del 57% y hasta 12 jugadores distintos marcando / Al descanso los leoneses ya iban 7 arriba

Jesús Coca Aguilera
30/10/2018
 Actualizado a 16/09/2019
David Fernández es frenado con un agarrón por el defensor del Alcobendas. | SAÚL ARÉN
David Fernández es frenado con un agarrón por el defensor del Alcobendas. | SAÚL ARÉN
Por la vía rápida, sin sufrir ni gastar más de la cuenta y con un ‘monstruo’ llamado Nacho Biosca en portería que dejó claro que no entiende de sorpresas y se encargó de que el partido durara el menor tiempo posible.

Así se impuso el Abanca Ademar, que regresó del parón liguero con un contundente triunfo (34-16) sobre el Alcobendas, que sólo fue capaz de aguantar en partido 8 minutos, pues a partir de ahí comenzó el vendaval del equipo ademarista, que a base de paradas, una defensa que apenas permitía huecos, contraataques y lanzamientos exteriores abría ya en la primera parte una brecha que se antojaba decisiva.

14-7 mandaban ya los de Rafa Guijosa al descanso, con Biosca como protagonista principal al firmar un estratosférico 61’1% de acierto, y una actuación muy coral en la que hasta ocho jugadores diferentes habían marcado (12 distintos acabaron viendo puerta) y sólo los cuatro de Mario López sobresalían.

Y es que, aunque el Ademar tardó tres minutos en marcar su primer gol y eso permitió que el Alcobendas se adelantara en el 0-1 que a la postre supondría su única ventaja, cuando la maquinaria se engrasó ya nunca frenó.

De este modo, del 3-3 que figuraba en el minuto 6 se pasó con un parcial de 3-0 al 6-3, y la diferencia a partir de ahí solo hizo que ir poco a poco aumentando. Ligetvari, en su debut en el Palacio, demostraba que a partir de ahora hay junto a Carou dos líderes del 6-0, y además dejaba durante el partido tres ‘zambombazos’ desde nueve metros para resaltar que también es un recurso en ataque. Y con el húngaro agigantando la defensa, eso permitía correr, siendo Simonet y Acacio los dos principales desatascadores si eso no era suficiente y había que atacar en estático.

Ligetvari brilló en defensa y dejó tres ‘zambombazos’, Juanín hizo 5 de 5 y Rozas se estrenó como goleador ¿La consecuencia? Que el Alcobendas no metiera ni un solo gol en los últimos siete minutos de la primera parte, en su segundo gran apagón tras pasarse ya nueve minutos anclado en los cuatro goles, y justo con la llegada del descanso, el Abanca Ademar cogiera su máxima renta con esos siete tantos.

El choque parecía sentenciado, pero si había una mínima opción de milagro, estaba en una extrema relajación del Ademar o en un buen arranque de segunda mitad del Alcobendas. Pero ni una ni otra se dio.

De hecho, la segunda parte empezó con un parcial de 5-1 que elevó la diferencia a los 11 goles (20-9) y dejó claro que esta vez el conjunto madrileño no iba a tener ninguna opción en León.

Aún así, hubo tiempo para más cosas interesantes en esos minutos ya sin emoción por el resultado. Como para que Biosca continuara con su particular fiesta, sentándose en el minuto 42 con 23-11 y un 57% de paradas. O para que Juanín, en su segundo partido oficial de la temporada, dejara claro que está listo para ser importante y brillara con cinco goles sin fallo en el lanzamiento. O también para que Slavic no quisiera ser menos que su compañero y siguiera amargando al Alcobendas (con 61% de acierto terminó), o el pivote canterano Rozas pudiera marcar su primer gol para jolgorio de la hinchada.

Todo ello mientras la diferencia crecía y crecía hasta esa máxima de 18 con la que el choque terminaba. Un día para respirar. Falta hará con todo lo que ahora viene por delante...
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