Abanca 24 - Elverum 24: 'El Ademar no endulza el mal trago'

En un último minuto fatídico el conjunto noruego deja en nada la remontada ademarista al empatar Gudjonsson a falta de 5 segundos y Juanjo se vuelve a lesionar de gravedad en el hombro

Jesús Coca Aguilera
01/12/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Juanjo Fernández supera la defensa de Sorensen y se dispone a lanzar a portería. | MAURICIO PEÑA
Juanjo Fernández supera la defensa de Sorensen y se dispone a lanzar a portería. | MAURICIO PEÑA
La eliminación europea era ya inapelable, pero todo apuntaba a un cierre con gran sabor de boca. Porque, a falta de un minuto, el Abanca Ademar había conseguido remontar los tres goles de ventaja que el Elverum tenía a sólo un cuarto de hora para el final y a base de defensa y portería entraba con 24-23 al tramo final.

Pero entonces, en un último minuto fatídico, todo se torció. Y lo peor es que no fue el no llevarse el partido lo más grave, sino que de nuevo la mala suerte perseguía a Juanjo Fernández. Otra vez las lesiones cebándose con el manchego. Otra vez el maldito hombro, que ya le tuvo varios meses KO la temporada pasada y le apartó casi seis semanas de la pista en esta.

Fue en una acción quizá innecesaria pero que muestra a la perfección el tipo de jugador que es el manchego. Defensa que puede valer el partido, toque en uno de los pases y Juanjo se tira con todo hacia la zona del banquillo para intentar recuperar el balón. Pero no sólo no lo logra, sino que en el impacto el hombro se le sale de nuevo.

Pase lo que pase de ahí al final, el resumen del partido para el Ademar será ya negativo. Pero es que ni siquiera consiguen el triunfo que endulce el mal trago de la eliminación europea que ya se había producido el jueves con el triunfo del Bucarest en Suiza.

No se le dan bien los finales igualados a los leoneses y este sábado se volvió a demostrar. Porque, aunque ese ataque noruego de la lesión de Juanjo acababa en pérdida y el Ademar se plantaba con posesión y ventaja en los últimos segundos, los de Guijosa no sólo no encontraban el camino del gol sino que veían cómo tras el lanzamiento fuera de Vieyra el Elverum montaba una rápida ofensiva, con Gudjonssen colándose por el centro entre la defensa y poniendo el definitivo 24-24 en el marcador.

El Ademar, que perdía 18-21 a falta de 15 minutos, le dio la vuelta al partido con un gran Slavic y se puso 24-23 a 1:30 Tablas que mantienen la imbatibilidad del Palacio en ‘Champions’ esta temporada pero que saben a poco y dejan al Ademar en el cuarto puesto final del Grupo, un punto por detrás de una escuadra noruega que es la única a la que no han podido ganar.

Triste final para un partido de alternativas y, pese a que ambos equipos estaban ya sin opciones, buen ambiente y excelente nivel. Porque, aunque faltaba una referencia en cada equipo (no estaba Carou, al que con molestias se reservó, en los leoneses; ni Poklar, que siempre ha hecho mucho daño al Ademar y se rompió la nariz ante el Bucarest, en los noruegos), la intensidad estuvo presente desde el inicio.

Así, a base de tirones y parciales transcurría la primera mitad, en la que sólo una vez un equipo se iba de tres goles. Lo hacía el Ademar, que se colocaba 10-7 tras un 4-0, pero justo tras ello llegaba esta vez un 0-4 que devolvía la ventaja al Elverum (10-11).

Con Biosca en portería y Acacio en ataque como los más destacados del Ademar, se llegaba con mínima ventaja local (14-13) al descanso, tras el cual las cosas se complicarían mucho para los leoneses.

Faltaba acierto en ataque, no ayudando tampoco los errores desde los siete metros (los leoneses fallaron los tres primeros penaltis que lanzaron) y a base de contraataques bien en primera o en segunda oleada, pues el ritmo que imponían era frenético, los noruegos iban abriendo brecha y cogían su máxima renta (18-21) justo en el ecuador de la segunda mitad.

El Ademar llegó a ir 3 arriba en la primera mitad, pero se atascó en ataque y pagó sus tres penaltis fallados Fue un momento crítico. No sólo ganaban de tres, sino que el Ademar estaba con cuatro. Sin embargo ahí, en el momento más delicado, comenzó la reacción leonesa. Con dos excluidos forzaron un penalti que Juanjo cometía, Slavic daba inicio con dos paradas consecutivas a la tremenda exhibición que protagonizaría en ese tramo final y de nuevo desde los siete metros Juanjo metía el 20-21 que obligaba al Elverum a parar el encuentro.

Marcaba Frederiksen tras el tiempo muerto, pero ese sería el último gol de los visitantes en siete largos minutos. El 6-0 se convertía en una muralla, el meta croata en un muro y el arbitraje en el clásico europeo echando una mano al local en los finales igualados.

¿La consecuencia? Que a pesar de las pérdidas, un ‘zambombazo’ de Vieyra y una penetración de Acacio colocaban el 22-22 con el que se entraba en los cinco minutos finales. Faltaba completar la remontada y, aunque Pettersen lo complicó transformando el penalti que forzaba Frederiksen, otra individualidad de Acacio y un tanto de Jaime, desde el extremo tras capturar un rechace, lograban darle la vuelta al choque y colocar ese 24-23.

Pero entonces llegaron las desgracias. Y el final feliz se convirtió en amargo.
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