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A vueltas con la alta sensibilidad

23/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Desde que estuve con Rafael Santandreu cuando vino a León hace unos meses y le pregunté si «había algo», en el tema de las personas altamente sensibles (PAS), y me dijo que sí, he estado investigando un poco y, recientemente, me he topado con un libro de Rafael Pardo, «Personas altamente sensibles. Claves psicológicas y espirituales», que me ha encantado.

El libro se lee fácil, son solo cien páginas, y, después de explicar quién es una persona altamente sensible y sus fundamentos científicos, proporciona una ‘Guía de supervivencia social’. Son cinco pautas de psicología social que, a un PAS, por su propia naturaleza, les cuesta entender o captar, ya que son personas que se concentran más en los detalles del estímulo y menos en su significado o carga social.

No siempre es adecuado ayudar. Sienten gran empatía con el sufrimiento ajeno y ofrecen ayuda incondicional, total y quizás a veces de manera poco reflexiva. Y es que no siempre encajamos bien el hecho de que nos ayuden, especialmente cuando recibimos ayuda que no hemos solicitado.

La empatía puede lesionar el bien común. Cuando se induce empatía hacia uno de los miembros del grupo, ese individuo recibe más recursos, en detrimento del bien común.

Los prejuicios tienen una función positiva. Los PAS al estar más libres del contexto cultural cuando perciben un estímulo, por su propio circuito neuronal, está más capacitado para superar prejuicios y estereotipos. De hecho, sufren con las etiquetas. Pero deben entender por qué un no PAS usa con frecuencia los prejuicios.

Factores de atracción entre personas. Deben tener en cuenta los mecanismos que influyen en la atracción interpersonal y que no dependen de la voluntariedad de los sujetos, como el principio de semejanza o el atractivo físico.

El pensamiento del grupo cohesivo. Es bastante frecuente que grupos políticos, religiosos etc., busquen cohesión y sumisión al liderazgo por encima de otros valores. La capacidad de un PAS para los detalles, para procesar la información profundamente, para ser intuitivo y buscar soluciones creativas, casan mal con el pensamiento de grupo.

El cuarto capítulo aborda el entenderse a uno mismo: ¿por qué duermo mucho?, ¿por qué no ambiciono poder ni dinero?, ¿soy hipocondríaco?, ¿por qué me cuesta decir que no? ¿por qué tengo la piel sensible? ¿Cuál es mi rendimiento óptimo?

Léanlo. Me lo agradecerán.
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