A veces sí

Pocas son las ocasiones en que podemos presumir de disponer de servicios punteros de tecnología avanzada. Muchas son las veces que lloramos por la falta de recursos y servicios de alto valor añadido en nuestra provincia. Pocas son las acciones de emprendimiento científico y tecnológico que nos asisten en nuestro entorno. Mañana, la Universidad de León realizará el acto conmemorativo de celebración del décimo aniversario de funcionamiento del Centro de Supercomputación de Castilla y León. Es ésta una entidad pública creada conjuntamente por la Junta de Castilla y León y la Universidad de León para mejorar la investigación, tanto en la propia universidad como en otros centros de investigación, públicos o privados, en nuestro entorno social y geográfico más cercano o en cualquier otro ámbito nacional o internacional que precise, demande y contrate sus servicios. Dos son sus principales vías de servicio. Por un lado impulsa acciones de innovación en áreas relacionadas con el cálculo científico intensivo y las comunicaciones, promoviendo de manera clara el avance en la conocida como Sociedad del Conocimiento y de los Servicios Avanzados. Otro de sus objetivos fundamentales es promover el perfeccionamiento de tecnología de apoyo al desarrollo económico de nuestra comunidad y de sus empresas. Es pues un claro exponente de un centro público de apoyo a las tareas de I+D+i, tan cacareadas muchas veces, como desatendidas generalmente. Son muchas las personas que de un modo u otro, a lo largo de esta década, han conseguido que tengamos aquí este centro tecnológico, y a todas ellas debiéramos agradecerles su esfuerzo continuo, aunque en esta ocasión permítaseme que yo focalice este agradecimiento en una mujer que, primero desde la universidad y ahora desde la gestión de las telecomunicaciones regionales, ha sido, es, y seguro que lo será siempre, una de las principales valedoras de la existencia de este centro tecnológico que genera conocimiento y riqueza para estas tierras.