A través de los restos de la Historia

En la provincia de Zamora, limitando con León, se camina desde Arrabalde hasta Granucillo visitando restos históricos de diferentes épocas

Vicente García
08/01/2021
 Actualizado a 08/01/2021
Puerta Oeste de las Labradas. | VICENTE GARCÍA
Puerta Oeste de las Labradas. | VICENTE GARCÍA
La parte zamorana que linda con la leonesa de San Esteban de Nogales es un lugar con vestigios muy antiguos de las diferentes colonizaciones que se han sucedido en la península a lo largo de los siglos.

Los dólmenes eran de la época neolítica y los castros astures de la edad del bronce, fueron los lugares desde donde se hizo frente a los romanos, ya que estaban muy bien defendidos y en un asentamiento con una visibilidad extraordinaria, se trata de una ruta para ver estos vestigios de la historia y comprobar como se emplazaban los poblamientos en esta zona de la provincia de Zamora.Es un lugar en el que han aparecido muchos restos de civilizaciones antiguas y es conocido el tesoro de Arrabalde que se encuentra en Zamora, pero se puede visitar el museo conociendo los pormenores de la historia y hallazgos en la zona.El planteamiento de la ruta es lineal, por lo que sería conveniente disponer de la logística adecuada para el regreso, aunque se podría hacer de ida y vuelta porque la dificultad es poca, pero elevaría el recorrido a más de 25 km. La rutaComienza la ruta en la localidad de Arrabalde, donde se debe salir por la carretera en dirección a Alcubilla de Nogales, hacia la Bañeza, para casi un kilómetro después desviarse a la derecha, hacia unas naves para ver el dolmen del casetón de los Moros, que son los restos recuperados de una antigua construcción funeraria de la época neolítica. Tras visitar el monumento, se vuelve por el mismo camino hasta la entrada de la localidad donde comienza la subida al castro de las Labradas.Se puede subir por la pista, que es más larga, o bien por el pinar. Aunque hay caminos, conviene no despistarse y si se sube directamente buscando las trochas adecuadas al final hay que encontrar el paso viable entre las rocas. Hay un camino que va desde la parte alta del pueblo y sube hasta el castro sin complicaciones y se puede encontrar preguntando en Arrabalde.Una vez que se llega al castro, a casi mil metros de altitud, se puede contemplar su magnitud, era un asentamiento astur muy grande con depósitos de agua, aunque no quedan más que algunos restos dispersos como las murallas, que han sido restauradas, tanto las del Oeste como las del Este.Tras visitar el castro se va hacia la puerta Este, desde donde parte un sendero que baja de la sierra de Carpurias entre matorrales y alguna que otra encina hasta encontrar otro camino más amplio y se debe continuar hacia la izquierda, desembocando tras algo menos de medio kilómetro en otra pista que se seguirá de nuevo hacia la izquierda, hasta llegar al cruce con un canal. En este punto se abandona el camino siguiendo por donde se pueda, paralelos al canal, el terreno no es nada bueno y en época seca puede caminarse incluso por el canal, hasta que hace un brusco giro a la derecha desde donde se sale para tomar un camino que parte de ese punto y va en dirección suroeste, subiendo a una pequeña collada y descendiendo ya hacia Granucillo. Poco más de dos kilómetros del inicio de este camino se sale a otro, siguiendo hacia la izquierda unos 250 metros, bordeando una plantación de árboles, para continuar a la derecha, ya directamente hacia Granucillo, aunque tras más de un kilómetro se llega a otro camino perpendicular que se sigue hacia la derecha y poco después, en el primer cruce, se debe ir a la izquierda, y también en el primer cruce se va a la izquierda, por un camino donde se verá ya el acceso al dolmen de San Adrián, diferente al anterior, pues se encuentra semienterrado.

Tras visitar el dolmen se va hacia la ermita del San Adrián, que se encuentra al lado del dolmen y desde allí se sigue por el camino hacia Granucillo, contemplando al pasar, al otro lado del río y de la carretera, el palacio-castillo de la localidad. El camino sale a la carretera, y llegando a Granucillo, tras cruzar el puente sobre el arroyo de la Almucera, se gira a la derecha, hacia donde se encuentra el bar en la carretera de Grijalba de Vidriales y tras pasar la última casa del pueblo de Granucillo se va hacia la izquierda y unos metros después se encuentra el último dolmen de la jornada, el dolmen de las Peñezuelas, que data de hace 3.000 años y fue reconstruído en los años 90.

Solamente queda volver al centro de la localidad o al bar y dar por finalizada la ruta.
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