A San Froilán 'perdones' por la ausencia

AMPLIACIÓN | Miles de romeros peregrinaron este martes a La Virgen del Camino entre pendones y carros engalanados en la ansiada vuelta de la romería tras un año en ‘blanco’ por la pandemia

C. Centeno
05/10/2021
 Actualizado a 05/10/2021
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«Había muchas ganas» y «se echaba de menos» eran las palabras más pronunciadas este martes por los miles de leoneses que se convirtieron de nuevo en romeros para honrar a San Froilán entre pendones y carros engalanados procedentes de localidades de toda la provincia.

Dulzainas, castañuelas y panderetas animaron desde las 10 de la mañana el interminable desfile que partió, como viene siendo habitual, del aparcamiento del hipermercado E.leclerc, donde horas antes se preparaban comitivas y animales para la vuelta de una fiesta declarada de interés turístico regional y provincial. Desde allí, con los careas de la Asociación de Criadores de Perro Leonés de Pastor abriendo el paso, comenzaron a ondear más de un centenar de pendones. Tras un domingo de exposición estática en el casco histórico de la capital leonesa, este martes sí pudieron recorrer la distancia hasta la Basílica de La Virgen del Camino, a través de la N-120, rodeados de decenas de personas que se agolparon principalmente al final del recorrido para disfrutar de la destreza de los ‘pendoneros’ y sus bailes entre aplausos.

Encabezaban el desfile las enseñas del municipio de Valverde y los ayuntamientos del Voto, las únicas que posteriormente entraron en la Basílica, seguidas del resto de las localidades inscritas. Enormes telas seguidas de unos 40 carros engalanados tirados por vacas, bueyes y caballos y acompañados por grupos de bailes regionales y música tradicional. Esta vez sí, los animales volvieron a tomar el protagonismo de la romería tirando de unos carros adornados para la ocasión con los mejores productos del campo. Una vez completaron el recorrido, pendientes del cielo que amenazó lluvia en todo momento, se colocaron en la explanada junto a la Basílica, los pendones atados a la verja y los carros sobre el césped. Finalmente respetó el tiempo y el agua solo hizo acto de presencia en momentos puntuales y de forma leve.Había menos gente que en las ediciones previas a la pandemia –el Ayuntamiento de Valverde calculaba que unas 20.000 personas, un tercio de las habituales– pero se llenó la Basílica de La Virgen del Camino para la misa solemne de las doce del mediodía, presidida por el obispo de León, Luis Ángel de las Heras. Al contrario de lo que ocurre en otras ocasiones, esta eucaristía central se celebró en el interior del templo para evitar el momento de mayores aglomeraciones en el exterior. Efectivos de Protección Civil controlaban el cumplimiento de las normas de seguridad vigentes contra el covid-19, como la distancia de seguridad o el uso de la mascarilla en espacios interiores. Autoridades civiles y militares acudieron a esta celebración central en honor al patrón de la Diócesis de León, que fue retransmitida en directo a través de internet. Además, se sucedieron misas cada hora para que todos los leoneses que lo quisieran pudieran asistir sin masificaciones. Tras entregar el ramo, los productos de León y la cuelga como ofrendas al Santo y celebrar la eucaristía, en la que se recordó a los difuntos de este difícil año y medio, tuvo lugar la entrega de un ramo de flores y cera a La Virgen del Camino por parte del alcalde de León, José Antonio Diez, para pedirle «protección y ayuda a nuestro pueblo».El alcalde de Valverde de la Virgen, David Álvarez, el de León, José Antonio Diez, y los dos regidores de los ayuntamientos del Voto, Valdefresno y Villaturiel, fueron los encargados de colocar a San Froilán la cuelga y se reverenciaron ante el manto de la Virgen del Camino al finalizar la celebración cumpliendo con la tradición.En el exterior, miles de personas, esta vez sin demasiadas colas, pasaron por el lateral de la Basílica para tocar la nariz a San Froilán, que volvió a recuperar el brillo de cada romería. También se pudo disfrutar de decenas de puestos con las avellanas como protagonistas, ‘perdones’ por una ausencia que los leoneses esperan que no se vuelva a repetir.

En la explanada, tras la misa y entre pendones y carros engalanados, tuvo lugar una exhibición de bailes regionales, tras lo que tocó coger fuerzas con la comida. Los grupos se asentaron en la pradera para degustar morcilla, chorizo o pulpo, los alimentos más tradicionales en estas fechas.

Un San Froilán de mascarillas y distancia pero con aires de normalidad y que marcó el regreso de las grandes romerías a la provincia de León. Para el año que viene, «más y mejor».
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