susana-martinb.jpg

A Otegi también

22/04/2016
 Actualizado a 12/09/2019
Guardar
Menudo bombonazo de entrevista la de Jordi Évole a Otegi el domingo. Una pieza periodística valiente, interesante y necesaria que llegó precedida de críticas furibundas al periodista, incluso antes de haberse visto el contenido y el tratamiento... No nos escandalizamos con el trato aberrante que estamos dando a los refugiados, no (traigan más sábanas, que no se les vea mucho), pero nos parece intolerable que simplemente se entreviste a un personaje siniestro como lo es Otegi... Qué triste que nos ofendamos tanto para unas cosas y nos resbale todo con otras...

Ya lo habíamos hablado aquí. ¿Hay que escuchar a un asesino? ¿Se debe? Como en el mal hay tanto que indagar, yo digo sí a dar voz incluso a los indeseables. «Si el diablo me ofrece una entrevista, me voy al infierno», soltó un colega mexicano al que algunos sugerían ‘crucificar’ por haber entrevistado a un sinvergüenza narcotraficante.

Évole dio voz a Otegi y él solito quedó como lo que es. No aportó nada interesante, jamás pedirá perdón y escuchó con una indiferencia repugnante los testimonios de las víctimas de Eta (maravillosa Sara Buesa, qué dignidad). Sus respuestas a unas preguntas incisivas fueron más que insuficientes porque es evidente que no ha roto con el pasado: volvió a mostrarse como un ser ruin, mezquino, miserable.

Qué resumen hizo Antonio Lucas: «Audaz y firme Évole, viscoso y reptil Otegi». Tal cual. Pero entrevistarlos, a todos. A terroristas también. Que se expliquen, que se retraten. Preguntar nunca es ofender.
Lo más leído