A los pies de los caballos

Seguramente no fuera su propósito, pero de la boca de Felipe Llamazares salió untirón de orejas a su entrenador, que semanas atrás jugó con un grupo de socios a los presupuestos. Tanto gastas, a tanto aspiras. Lo de la mitad de la tabla para su Cultural no gustó a los rectores, que abogan por un mensaje más ambicioso y porque entienden que la actual plantilla es superior o más cara que la del curso pasado. Entonces se hablaba sin tapujos de la permanencia como objetivo y no hubo enojos ni cachetes públicos y sí una disparidad de criterios. Llamazares esta vez lanzó un mensaje punzante en una clara dirección.

Horas más tarde trató de matizar con su interlocutor, pero era tarde; había corrido como la pólvora. Si malas consejeras son las prisas, poco edificantes son lasdisputas públicas que dejan a los pies de los caballos al más débil. El tiempo dirá si ha sido la escenificación de una grieta. No debería ir a mayores un debate absurdo porque el campo pondrá a cada uno en su sitio.

Por lo visto hasta la fecha esta Cultural mejora en poco al del curso pasado. Los huecos dejados por Pérez, Rubén García o Peláez (salida balón, elaboración y último pase) no han sido cubiertos con garantías por sus relevos naturales. Están a años luz.

Le corresponde al técnico conseguir la mejor versión individual y a los directivos apoyar sin fisuras. No le den munición a un entorno de gatillo fácil.Ganar al Cacereño jugando mal no sirve. Perder en Tudela a pesar de una media hora ilusionante tampoco.

Que el equipo gana con los catarís en el once, es una casualidad. Que pierde con la alineación por todos deseada, la culpa es del entrenador.Hace un año por estas fechas, su predecesor no servía y Cabello terminó siendo el deseado. Ahora Ferrando, que siempre va de frente, parece un blanco fácil.Si remedia el caos defensivoy no le tiembla el pulso, saldrá por la puerta grande.