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A la sombra de la plañidera

25/05/2020
 Actualizado a 25/05/2020
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La tragedia, cualquiera, lo nubla todo, pero pasado el debido duelo hay formas de espantar a las nubes y que se vaya con ella la plañidera que no nos sacamos de encima. No por sencillo resulta fácil, pero ponerse en la piel de otros ayuda. Hay que elegir bien, porque se puede producir el efecto contrario. En mi caso, tengo una medicina potente que en diez minutos ha hecho efecto al menos para todo el día. Del doctor Oliver Sacks en el mismo formato, ‘Compactos’, de Anagrama, con dos variantes ‘El hombre que confundió a su mujer con un sombrero’ y ‘Despertares’. Si después de una docena de páginas uno sigue creyéndose la piñata de los dioses, mejor debería pedir diagnóstico en una clínica.

De todos los caso que expone Sacks, el de ‘Los Gemelos’ capaces de intercambiar números primos de 20 cifras es el que mejor me pone en mi sitio. Dos potentísimas mentes que, sin embargo, están aisladas.

Los Gemelos asombran, pero hay otras mentes combinadas con otros sentidos que me maravillan tanto o más, las de los genios de las catas de vino a ciegas. Un día confesé la incredulidad en una bodega y me lo explicaron con mucha claridad.

“Tú has jugado al fútbol, has dado miles de pases con el interior del pie, con lluvia, con viento, con el campo seco… cortos, largos, botando, parado… hasta tener más o menos técnica. Si hubieras probado un número similar de vinos blancos, tintos, rosados… jóvenes, crianza, reserva… tempranillo, mencía, viura… habrías adquirido también una técnica, que tendrías que seguir entrenando. Pero tú con el interior no tienes la misma precisión que Messi”.

No es sencillo,pero en los gemelos, como los genios de las catas de vino a ciegas, como Messi, como el doctor Sacks, la preparación y el entrenamiento liberan el talento. Cada uno tenemos los nuestros, aunque a veces los ensombrece la nube, se quedan en la cama por no aguantar todo el día a la plañidera que nos sacamos de encima.
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