A la contra y para bien

León rompe tendencias. Y al menos en esta ocasión ha sido para bien. Lo ha hecho en lo referido al comportamiento del mercado laboral durante el pasado mes de agosto, en el que se ha reducido el número de parados. Justo lo contrario de lo que ha ocurrido tanto el conjunto del país, que ha registrado importantes incrementos del paro en virtud del final de numerosas contrataciones de la campaña de verano. Es esto lo que hace de agosto un mes tradicionalmente malo para el empleo, aunque no es así en el caso de la provincia, donde no es el primer año que se registran buenos datos. Otro dato positivo es que el paro se reduce en todos los sectores, incluido el de los servicios, que es el más ligado a la actividad turística. También se reduce en la agricultura y la industria, lo que permitiría vislumbrar una importante tendencia al crecimiento y la estabilización del empleo en todos los sectores y no sólo en el de los servicios. Ahora el reto está en mejorar la calidad del empleo que se crea para evitar que muchos leoneses, especialmente jóvenes, se marchen a otras tierras en busca de mejores condiciones. Y ese es el gran reto al que se enfrenta León, que debe dejar de lado ocurrencias estériles como la que puso ayer sobre la mesa el PP de Valladolid para hacerse con la capital de la comunidad. Dice el refrán que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio y, aunque se lo hayan hecho, el ideólogo se ha quedado solo hasta en su propio partido.