08/03/2017
 Actualizado a 13/09/2019
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Cada día va a ser más difícil librarse de la cárcel si a uno le da por ser humorista... o creérselo. Los que alardeamos de llevar por delante el buen humor, el que nació con Fray Luis de León cuando exclamó aquello de «como decíamos ayer», lo tenemos cada vez más difícil. Vamos, que como diría mi amigo Saúl, no educo pero entretengo. Mira que Twitter es excelente para soltar en pequeñas píldoras algunos comentarios con mayor o menor gracia sobre la actualidad política, social o deportiva. Y más de una vez he sido retuiteado por algún acierto, como el día que me leyó el mismísimo Pablo Escobar Junior (o alguien que así se llamaba, tampoco es plan de quitarme la ilusión yo mismo). Pero está visto que no se permiten ciertos temas, como Irene Villa. Ya puede venir ella a decir que no le importa y entrar al juego, que te vas a encontrar frente al juez. Tampoco es recomendable reírse de un militar franquista, que te pueden meter dos años en la cárcel. Por supuesto, si eres el cantante de Def Con Dos no debes hacer gracias ni críticas que ya sabes que la condena va a ser tuya. Y claro, si es Carnaval y vas a disfrazar de virgen no tengas la menor duda de que la Fiscalía va a estar ahí, a tu lado, para ver cómo te puede hacer ‘cosquillas’. Pero ahora no voy a comparar estas decisiones judiciales con los Rato, Urdangarín y compañía. Ahora me acuerdo del ataque visceral que recibió un joven leonés cuando se disfrazó de papón un Carnaval. O de '@paponaci', que ya está en busca y captura por hacer gracias con lo que dicen que es sagrado.
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