A juicio por tratar de estrangular a su pareja en un ataque de celos

El fiscal solicita 9 años de cárcel y la defensa niega los hechos

I. Herrera
10/01/2018
 Actualizado a 19/09/2019
El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de León. | D. MARTÍN
El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de León. | D. MARTÍN
El fiscal pide nueve años de prisión para el presunto autor de un intento de homicidio en grado de tentativa por tratar, supuestamente, de estrangular a su pareja en medio de un ataque de celos. Según el escrito de calificaciones provisionales de Ministerio Público al que ha tenido acceso este periódico, los hechos, que serán juzgados el próximo 19 de marzo en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León, se remontan a abril de 2016, cuando el acusado entabló una discusión con su pareja, la denunciante, en el domicilio de ésta «a causa de los celos». Según relata el fiscal, el procesado rompió el palo de la fregona con sus manos, trató de tirarse por la ventana, impidiéndoselo la víctima, y a continuación, cogió dos cuchillos en la cocina persiguiéndola por la casa para que viera cómo se cortaba las venas.

Al parecer, y siempre de acuerdo a lo expuesto por el Ministerio Fiscal en su escrito, ella le pedía al procesado que abandonase la casa y la dejara en paz, a lo que éste hizo caso omiso. En un momento dado, en el que parecía haberse tranquilizado, supuestamente habrían ido al dormitorio para hablar a petición de él, momento que aprovecharía el acusado para agarrarla por el cuello y, con ánimo de acabar con su vida, comenzó a apretarla con fuerza mientras ella luchaba por quitárselo de encima. A pesar de los intentos de ella por zafarse, el procesado habría presionado con tal intensidad que la víctima llegó a perder el conocimiento y convulsionar sin que él hiciera nada por tratar de reanimarla ni pidiera asistencia sanitaria en ningún momento.

Cuando al tiempo la mujer recuperó el conocimiento, al parecer el procesado la levantó del suelo y la colocó en la cama diciéndole, dice el escrito del fiscal, que tenía que «terminar lo que había empezado» porque le iba a «buscar la ruina».
Presa del pánico, ella le habría dicho que le quería, que iba a estar siempre con él y que nadie les iba a separar, pidiéndole por favor que le dejara salir porque los vecinos podían aparecer en cualquier momento. Habría sido entonces cuando él salió de casa, momento que aprovecharía la víctima para escapar por las escaleras perseguida por el procesado hasta que llegó a un bar cercano donde habría logrado pedir ayuda siendo auxiliada por las fuerzas y cuerpos de seguridad y posteriormente trasladada al centro asistencial.

La mujer sufrió lesiones por asfixia, hematomas, hemorragias y daños cervicales de las que tardó 90 días en curar, estando tres de ellos hospitalizada. Además, le han quedado secuelas en forma de algia postraumática y trastorno por estrés postraumático.

El fiscal considera que los hechos constituyen un delito de homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco del que es autor el acusado, para el que pide nueve años de prisión, prohibición de comunicación y aproximación a la víctima y una indemnización para ella de 10.000 euros por las lesiones y las secuelas.

Se autoagredió, dice la defensa


La representación legal del acusado niega el relato del fiscal y asegura que fue la víctima la que, seriamente afectada por el consumo de cannabis, no aceptó que él quisiera dejar la relación. Señala que cuando él llegó al domicilio de ésta había otro hombre en la casa y que cuando se marchó iniciaron una discusión rompiendo él la relación. Asegura que él habría tratado de irse de la vivienda, pero que ella no le dejó dándole patadas y puñetazos en un estado de gran excitación. Según su versión, la mujer se agarró a sí misma por el cuello y tropezó con la cama cayendo al suelo y golpeándose la cabeza, tratando él, dice, de ayudarla.

De acuerdo a la versión esgrimida por la defensa, cuando ella volvió en sí, el acusado le habría animado a ir a Urgencias negándose ésta. Dice que ella le pidió que no la dejara, pero que él le dijo claramente que no quería seguir, y que cuando bajaban los dos a la calle la víctima supuestamente le dio un codazo en el estómago y salió corriendo dando gritos y diciendo que la habían intentado agredir. En ese momento, según dice, él se fue por evitar una confrontación. La defensa solicita la libre absolución de su representado.
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