A Doha voy, de Doha vengo y por el camino yo me entretengo

Hace un tiempo, en este mismo espacio, titulé una columna de opinión con un ‘Catarí que te vi’. Concretamente fue el 18 de octubre de 2019. Parece como si hubiese pasado un siglo. Justo un mes antes del primer caso de Covid del mundo, un mes antes de saber qué era un pangolín, dónde está Wuham o cuántas muertes íbamos a sufrir.

Esa columna venía a colación del viaje que el alcalde de león, el socialista José Antonio Diez, había hecho a Doha (Catar), tras el cual, anunció a bombo y platillo que en el «intenso» viaje de 2 días, había logrado impulsar una futura misión comercial de empresarios leoneses a Catar y conseguir importantes inversiones para León. Ambos objetivos estaban «muy avanzados», en palabras del propio José Antonio Diez.

En aquella columna di un voto de confianza al alcalde, no sin reservas, esperando que ese viajecito y esas promesas de inversión, no terminasen como antiguos viajes a Seattle y Méjico, en fracaso, y terminaba diciendo: «El carácter noble leonés no se merece nuevas desilusiones que agudicen nuestras decepciones, sería además de una irresponsabilidad algo nuevamente muy cruel y quien juegue con eso corre el riesgo de ser mandado a freír morcillas».

Pues bien, de aquellas grandes promesas y «compromisos al 100 %», finalmente nada se supo y, como en otras ocasiones, en León nos quedamos a verlas venir, en un nuevo insulto a nuestra inteligencia y capacidad de resiliencia. Parece que, para este tipo de piscinazos, a Diez le cuesta hacer responsable a la Junta o a su compañero Óscar Puente, pero ya solo por esto, los leoneses deberían sacarle los colores y del ayuntamiento.

Esta semana ha vuelto a cobrar protagonismo mediático los viajes del socialista Díez a Catar. En esta ocasión por uno nuevo pagado por la Academia de Deporte catarí ‘Aspire’, coincidiendo con un partido de la selección española en el Mundial de fútbol, acompañado por su mujer y que no formó parte de su agenda pública. Ahora lo vuelve a intentar justificar como un nuevo viaje de trabajo para atraer inversiones.

Como en aquella ocasión, vuelvo a dar un voto de confianza a Diez y, sin entrar a valorar la oportunidad y utilidad de dicho viaje, quiero pensar que, aunque ‘Aspire’ le pagase el viaje, con partido de fútbol incluido, el coste de billetes, alojamiento, entradas… de su mujer, lo pagasen de su bolsillo. Me resulta increíble que esto no fuese así, en un político con experiencia como José Antonio, aun siendo socialista. Espero que se aclare.

No me parece mal que el alcalde o los concejales viajen, porque para traer empresas e inversiones hay que salir fuera, pero tal como están las cosas, este tipo de viajes deben ser, si cabe, aún más transparentes, dando la máxima publicidad e información antes del viaje, publicando la agenda de visitas y contactos durante el viaje e informando del balance de lo conseguido inmediatamente a la vuelta del viaje.

De no ser así, la sospecha del ciudadano sobre la integridad de nuestros políticos, es más que lógica y comprensible.