A cinco vacunas por minuto para llegar antes que el virus

Juan Carlos es médico de Urgencias y desde el inicio de la pandemia lucha a contrarreloj contra el virus, ahora lo hace vacunando en el Palacio de Exposiciones

T. Giganto
28/07/2021
 Actualizado a 28/07/2021
Juan Carlos este miércoles vacunando en el Palacio de Exposiciones donde estos días es el turno de los jóvenes. | SAÚL ARÉN
Juan Carlos este miércoles vacunando en el Palacio de Exposiciones donde estos días es el turno de los jóvenes. | SAÚL ARÉN
El Palacio de Congresos y Exposiciones de León estaba este miércoles por la mañana rodeado de ganas de vacunarse. Jóvenes de entre 18 y 20 años formaban una gran fila que llegaba a rodear el inmenso y colorido edificio que Dominique Perrault ideó para la ciudad de León. Se levantó con muchos planes que albergar y entre ellos no figuraba la inesperada pandemia que lo ha convertido en el cuartel general de la lucha contra el coronavirus. Primero se utilizó para los cribados masivos con los que detectar contagios y ahora, en plena campaña de vacunación, los leoneses van desfilando para recibir sus dosis contra el virus. Las colas avanzan con fluidez lo que deja intuir nada más llegar que «la cosa parece que va rápida». Concretamente en el puesto 1 de vacunación va a unas cinco vacunas por minuto. Así lo deduce el médico Juan Carlos Fernández Blanco que estima que puede llegar a poner 700 en un día.

Juan Carlos fue voluntario al inicio de la pandemia para atender enfermos de covid y ahora lo es para vacunar«Relaja el brazo», dice Juan Carlos antes de empujar el émbolo a un chaval que se acerca a él dejando entrever cierto desasosiego por el pinchazo. «Hay algunas personas que vienen nerviosas y hemos tenido que atender alguna crisis de ansiedad y algún mareo, como mucho, nada importante», comenta este médico urgencista de José Aguado que lleva desde el momento cero de la pandemia contribuyendo como voluntario del sistema sanitario para cuanto se le ha precisado. Ahora su altruismo pasa por ir a las vacunaciones masivas del Palacio de Exposiciones de León, tarea que desempeña a mayores de su trabajo como médico en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria. «Hay veces que salgo de trabajar, me ducho rápido, tomo un café y aquí estoy para vacunar», explica Juan Carlos sin un ápice de lamento en sus palabras. Su compromiso supera cualquier cansancio aunque sí reconoce que a los pocos meses del inicio de la pandemia llegó un ‘apretón’.

Su labor inicial como voluntario en la pandemia pasó por visitar domicilios y residencias de la tercera edad. «Desde el primer minuto he visto los primeros muertos y también los primeros recuperados», explica Juan Carlos, que reconoce que lo peor fue la primera ola. «Fue terrible. Veíamos morir a la gente con una rapidez increíble en las residencias y sin que nos diese prácticamente tiempo a nada... Se acostaban por la noche y por la mañana ya estaban muertos, era una cosa horrible», recuerda ahora, justo al lado del puesto médico que han montado dentro del Palacio de Exposiciones para atender cualquier eventualidad. Desde allí, con un panorama mucho más esperanzador y mientras los jóvenes siguen avanzando a la espera de recibir la vacuna, Juan Carlos sigue recordando aquellos primeros meses. «En el momento en el que estás metido de lleno en el tema no te enteras. De aquella con lo poco que se sabía se procuraba hacer lo mejor que se podía. Tres meses después fue cuando empezó el estrés postraumático y ahí fue un poco fastidiado. Más que nada era el miedo que se pasó, tanto mis compañeros como yo, por la preocupación de contagiar a nuestras familias», explica.

Los peor fue al principio cuando veíamos morir a la gente en las residencias sin poder hacer nadaPero «ahora ya mucho mejor», dice tranquilo sin perder de vista con el rabillo del ojo cómo transcurre la vacunación. «Con la experiencia que tenemos podemos enfrentarnos al tema de otra manera y lo bueno es que con las vacunas la mortalidad ha descendido muchísimo», asegura. A esa experiencia en la pandemia se le suma la de 22 años como médico de Urgencias en José Aguado y otros 10 previos en Atención Primaria «rodando por los pueblos de la provincia». Tantos años en el oficio, al pie de la urgencia, no le han hecho perder el respeto por lo que hace. «Cuando llegué aquí el lunes sobre las dos y media y vi todo el Palacio ya completamente rodeado de gente joven... Tan grande y tanta gente que venía a vacunarse... Quedé asustado. Ver eso da algo de pánico escénico», reconoce Juan Carlos entre risas.

«Lo mejor es que la gente viene muy contenta a vacunarse y es muy agradecida._Sobre todo los mayores, cuando empezamos las vacunaciones venían muy alegres», cuenta poco antes de volver a su puesto para seguir con la jornada de vacunación.

– ¿Llegará pronto el final de todo esto?
– El final, final todavía tardará en llegar pero las cosas mejorarán mucho. Probablemente esto nos quede para siempre, e igual hay que vacunarse todos los años como para la gripe. Probablemente terminará siendo un resfriado normal y corriente cuando todos estemos vacunados y tengamos la inmunidad. A ver si es pronto.
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