80.000 euros menos de presupuesto y 16.700 de pérdidas el año pasado

Con unas pérdidas de 16.700 euros cerró el Abanca Ademar una de las campañas más complicadas de la historia del deporte, la pasada en la que el Covid-19 paró la competición y los ingresos, y con 80.000 menos con respecto al presupuesto de esa temporada anterior afrontará la presente.

Así lo dio a conocer la directiva este martes en la Asamblea General que se celebró con la presencia de 26 socios y con un nuevo escenario, el Palacio de Deportes, buscando poder cumplir mejor con las medidas sanitarias.

Un total de 1.087.000 euros de presupuesto tendrá el club en la nueva campaña, del cual casi la mitad (un 43%, 473.000 euros) irá destinado a los sueldos del personal deportivo, siendo los costes de Seguridad Social (179.000) y los desplazamientos (125.000) los otros dos grandes gastos.

El Ayuntamiento pagó el 21 de agosto la subvención de la campaña pasada y la Diputación aún no lo abonó ¿En cuanto a los ingresos? La mayor parte vendrá de publicidad, donde esperan reunir 500.000 euros, seguidos por los 234.000 de los abonados y los 219.000 de las subvenciones, dos aspectos que dejaron datos significativos.

Y es que en cuestión de socios, tras haber crecido cada campaña desde la entrada de la actual Junta Directiva, se ha visto una importante reducción de casi 900, pues hay en estos momentos 1.728 por los 2.625 del año pasado, esperando no obstante según señalaba el presidente Cayetano Franco «llegar a los 2.000 que es con lo que contábamos».

¿En cuanto a las subvenciones? Precisamente parte de la culpa de «las dificultades de tesorería» con las que acabó el club el año pasado fue que el Ayuntamiento abonó la de la temporada pasada el 21 de agosto y la Diputación aún no la ha pagado, solventándose la situación «para pagar todo al día gracias a una línea de crédito de nuestro principal patrocinador Abanca».

Tanto las cuentas del año pasado como el presupuesto de la presente fueron aprobados, pasándose a un turno de ruegos y preguntas en el que junto al interés por la colocación de los socios fuera de su asiento, algo aún no definido «por los continuos cambios de protocolo»; y la no devolución de los partidos no disfrutados en el carnet, algo que desde el club volvieron a considerar «se compensa con Europa y los partidos de más, que si no en situación normal se hubiera subido el precio»; la principal atención giró hacia la base, a la que el club deberá aportar 20.000 euros que no se cubre con sus ingresos propios, con varios padres de jugadores preguntando por temas relacionados con las cuotas por estar en el club tanto este año como el pasado tras la suspensión.