70.000 peregrinos han llegado a Santiago de Compostela

El objetivo de las autoridades gallegas es llegar a los 100.000 a finales de este año

L.N.C.
18/08/2021
 Actualizado a 18/08/2021
Dos peregrinos hacen un alto en el Camino en el Jardín de Santa Ana metros antes de acceder al Casco Histórico de León. | MAURICIO PEÑA
Dos peregrinos hacen un alto en el Camino en el Jardín de Santa Ana metros antes de acceder al Casco Histórico de León. | MAURICIO PEÑA
Las cifras de peregrinos llegados a Santiago en los meses estivales refuerzan la idea defendida por instituciones políticas y religiosas de que el Camino de Santiago ‘sobrevive’ a la crisis sanitaria, social y económica provocada por la covid-19, ya que 70.000 personas han peregrinado ya a Compostela en lo que va de Año Santo, miles de ellas con paso o inicio de la peregrinación en la provincia leonesa.

Según los datos facilitados por la Vicepresidencia primeira y Consellería de Presidencia, Justicia y Turismo a Europa Press, la afluencia de peregrinos «crece en todas las rutas». Los 70.000 peregrinos, señalan, se habrán alcanzado a finales de esta semana puesto que «cada día más de un millón de personas sella la Compostela».

Con todo, los datos son sensiblemente más bajos comparados, no sólo con otros Xacobeos –en el último, en 2010, llegaron a Santiago 272.135 peregrinos–, sino también con los caminantes que visitaban la capital gallega antes de la pandemia –en 2019, sellaron la Compostela 347.578 peregrinos, según datos de la Oficina de Acogida al Peregrino–. La parte positiva radica en el incremento registrado desde la relajación de las restricciones y la mejora de la situación sanitaria, es igual de llamativo.

Así, en enero de 2021, tan sólo 60 personas peregrinaron a Santiago, una cifra que bajó a 14 en el mes de febrero. De ellos, además, y según las estadísticas que recoge la Oficina del Peregrino, más de la mitad eran españoles –de los 14 de febrero, 13 provenían de alguna comunidad española, por ejemplo–.

Los peregrinajes han aumentado paulatinamente durante todo el año, pero fue a partir de junio cuando el incremento se hizo verdaderamente patente. En dicho mes, 14.825 peregrinos sellaron su Compostela, una cifra que alcanzó los 35.000 en julio, según informó el vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Turismo, Alfonso Rueda, en declaraciones a los medios a principios de agosto.

La perspectiva, expresada por el propio Rueda, es alcanzar para final de año los 100.000 peregrinos y, ya en el 2022 –también decretado Año Santo por el Vaticano dado lo excepcional de la situación pandémica–, los dos o tres millones de turistas. En este sentido, tal y como recalcan habitualmente Administraciones e instituciones religiosas, los visitantes que llegan a la capital gallega «son muchos más», puesto que no todos sellan la Compostela, por lo que no computan en las estadísticas.

Las restricciones derivadas de la pandemia de covid-19 han afectado también a los albergues de peregrinos, sobre todo si se tiene en cuenta que en ellos acostumbran a reunirse personas en espacios en los que se comparte casi todo en pocos metros cuadrados y en los que, además, por la propia naturaleza del que hace el Camino, se busca relacionarse con los otros.

Protocolo en albergues


Es por este motivo y dado el contexto pandémico actual, que las autoridades sanitarias gallegas establecieron un protocolo a seguir por los albergues públicos, que comenzaron a abrir a partir del 15 de junio –a día de hoy toda la red está activa– y por sus usuarios, tanto para el hospedaje en dichos alojamientos, como para posibles brotes o casos aislados que pudiesen registrarse.

En estos establecimientos, el límite de ocupación en las zonas comunes es del 50%, pero en las habitaciones se reduce al 30%, salvo para grupos burbuja acreditados –peregrinos que aseguren permanecer juntos durante todo el Camino–, que podrán ocupar las habitaciones que necesiten.

Además, las camas se colocan con una distancia mínima de 1,5 metros entre sí, «aunque se aconsejan los 2 metros siempre que sea posible». En el caso de contar con literas, se debe evitar el uso de las contiguas y de las superiores. Cada peregrino debe llevar su propio saco de dormir, y se recomienda permanecer por la noche con la máscara puesta.
De producirse algún brote, los posibles casos deben aislarse –así como sus contactos estrechos– a la espera de que las autoridades sanitarias le practiquen una prueba PCR que confirme o descarte el contagio. En caso de ser positivo, algunos han ido optando por volver, en coche particular, a su lugar de origen pero, para los que no se decanten por esta opción, la Xunta activó a partir del 1 de junio un ‘seguro covid’ para turistas y peregrinos.

Brotes en el Camino


Pese a los protocolos, han sido varios los brotes que se han registrado en lo que va de Año Santo a lo largo de la ruta Xacobea. Los casos se han concentrado en julio y agosto, los meses de más afluencia en el Camino.

"El camino es seguro"


Por el momento, la Consellería de Sanidade no ha notificado más brotes en el Camino y, el vicepresidente primero, por su parte, insistía a finales del mes de julio –tras un brote en O Pino– en que «el virus está por todas partes, también en el Camino, por lo que es inevitable que se produzcan contagios», pero ha destacado que se actúa «con rapidez» y que «las cifras son contenidas». En este mensaje ha insistido la Consellería, que ha destacado que, «en cuanto a incidencias que se puedan producir, son casos aislados que entran dentro de la normalidad teniendo en cuenta la cifra global de peregrinos; hacer el Camino es completamente seguro», garantizan.
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