424 años honrando a La Cañamona

Acompañó el sol este sábado por la tarde a los vecinos de Matanza de los Oteros en su paseo hasta la casa de la mayordoma de la Cofradía de la Virgen del Rosario. Fue también con ellos una pequeña bolsa para volver a casa con la medida correspondiente de avellanas y un pequeño mazo de madera con el que abrir las que fuesen cayendo al momento. No faltaron en ese paseo las ganas de vivir de nuevo una tradición de la que hay constancia desde hace al menos 424 años.

Las avellanas, un vaso de vino o de licor y un baile al ritmo del tamboril y la dulzaina fueron la competencia de San Froilán en Matanza de los Oteros con motivo de las celebraciones en honor a su patrona, la Virgen del Rosario, la que allí conocen como Cañamona y que guarda tras de sí una leyenda que custodian sus paisanos con mimo. Pero además de las avellanas, hay fiesta. Mucha la que todavía continúa este domingo con la misa y la procesión de la patrona, con actividades para los pequeños y baile de disfraces. Una fiesta que sigue mañana con más música y más diversión y que acabará el martes con la popular comida de patatas con carne, un momento de convivencia que volverá a evidenciar lo que une una fiesta, la de La Cañamona.