40.000 ‘pa’ la saca

14/06/2022
 Actualizado a 14/06/2022
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Makinavaja pensaba que era «el último choriso». Ramón Tosas lo dibujaba así en un cómic que acabaría en piel, con un Andrés Pajares de cine. Era el buscavidas listillo del barrio, que acababa en una vis cómica, determinando posibilidades que solo la gran pantalla podía recrear. Un delincuente del barrio chino de Barcelona en escenarios ilegales y con una falta de corrección política que lo convirtió en el pícaro resultón de su tiempo. Pero Maki se vino abajo cuando le superó la realidad. No era el embutido con el que acababa el cerdo, como pensaba. Quedaba el lomo adobado y el jamón pata negra que no se llevaba él, el ladrón hijo de prostituta que tenía que enredar telas de araña creativas para conseguir salvar el día. Los chorizos pasaron de la chupa de cuero a los trajes de Armani y el tupé respondió hábil a la gomina cara. En el 2022 casi no hay sigla política que no lleve al paso de tango su propia trama corrupta. Y solo se cumple un dogma: a más edad, más tablas para encontrar el hueco que va ‘pa’ la saca. Y esos «profetas» de lo ajeno, Makis traídos al lujo, se hacen pasar por grandes figuras de la política, mientras van descerrajando carteras y llevándose calentitos 40.000 millones de euros al año. Son las cuentas que el jurista Joaquín Bosch exponía en Ponferrada. Lo hacía sin señalar culpables, pero sí el resultado de culpas que alguien paga y no es el ratero. Porque reconoce que la justicia no es efectiva en esos casos de irregularidades a alto nivel, que acaban diluyéndose en paraísos fiscales con un baño de mar, siempre salado. Mientras el discurso habla de inflación y de IPCs, el bolsillo hace mutis por el foro y va descifrando ese mensaje en clave: una para mí, media para ti, tres para mi, una para ti, diez para mí, para ti…¿quién eres tú? Así acaba el reparto del fondo que asumimos todos que debe actuar como combustible del sistema social, si es que de él queda algo. Porque ya solo hay migas del sanitario y del educativo, quedan consorcios con rezos a los que se les apellida públicos, por si ha quedado alguna huella detectable de la externalización encubierta. La amistad es un valor al alza en política, que no se diga. Si eres amigo, te meten en un cuaderno azul y tu destino ya no se rige por las bolas del bombo. Eso sí, todo debe coger en el envés de la corbata.
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