40 años nefastos, por José María Merino

El autor es miembro de la Real Academia de la Lengua y esta semana recibió el Premio Nacional de las Letras 2021

José María Merino
26/02/2023
 Actualizado a 26/02/2023
Acto institucional en las Cortes de Castilla y León para celebrar la efeméride | ICAL
Acto institucional en las Cortes de Castilla y León para celebrar la efeméride | ICAL
Conservo alguno de los carteles que, hace cuatro décadas, convocaban a manifestaciones y actos en defensa de la autonomía de la ‘Región leonesa’. Recuerdo una «semana pro autonomía y referéndum» en la que se celebró un «acto leonesista» en el Estadio Hispánico, con discursos, música, canciones… en el que participé con otros amigos. Pero aquello se malogró, y León ha vivido todos estos años en otra autonomía: la que lo ha ido debilitando hasta tal punto que, de seguir las cosas así, León se extinguirá.

El reino que tiene una historia tan brillante, en el que, a partir del Fuero de 1017 se inició una estructura de la vida comunitaria que todavía es motivo de orgullo para algunos territorios españoles, con los magníficos reyes que lo rigieron: Alfonso VI, «rey de las tres religiones», nada menos; Urraca I, que ordenó conformar uno de los «santos griales» más convincentes del mito; Alfonso VII, que ganó dignamente el apelativo de Emperador; Alfonso IX, padre indiscutible del parlamentarismo… En la historia del León están, desde la creación de la Universidad de Salamanca a la de la Orden de Santiago…

Sin embargo, estos cuarenta años de autonomía ‘castellanoleonesa’ han llevado consigo un voluntario y tajanteolvido institucional de tan brillante pasado, y además, una marginación escandalosa de León, cargada de restricciones y expolios: todo lo que afecta al ‘eje ferroviario’, por ejemplo, o la eliminación de proyectos como el de la autopista Gijón-Nantes, o el de la conexión Puebla de Sanabria-Braganza,y el interminable retraso de la ‘plataforma Torneros’, y la escuela de pilotos trasladada de León a Soria, y el ‘Parque agroalimentario’, que se iba a establecer en el Bierzo yse fue a Valladolid… ; o la engañifa de la ‘Mesa por León’…

El hecho es que, en estos 40 lamentables años, en esta autonomía se ha ejercido un centralismo que ha generado en León rigurosas pérdidas, no solo de comunicaciones, empresas y proyectos, sino de habitantes. Hay que considerar que en 1983 tenía casi 520 mil, y que hoy su población se ha reducido a menos de 450 mil, con 11 pueblos abandonados y 90 con menos de 11 habitantes. La ‘España vaciada’ ejemplar.

A mi juicio, ese es el éxito de la autonomía: 40 años nefastos para León.
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