40 años de un texto del que aprender con visos de futuro

El 40 cumpleaños de la Constitución Española abrió las puertas del castillo de los templarios en Ponferrada para compartir su celebración e invitar a distintos colectivos para que procedieran a leer sus artículos para recordar lo que el portavoz del PP, Ricardo Miranda consideró el «texto de mayor importancia que se haya escrito en este país» en este tiempo. Todos los grupos aplaudieron el texto, aunque algunos apostando por su reforma para actualizarlo y otros pidiendo su defensa ante la alteración pretendida del territorio.

La elección del patio de armas del Conde de Lemos para su cumpleaños se manifestó como un símbolo «porque es importante conocer de dónde venimos para valorar lo que hoy tenemos», dijo Miranda.El portavoz propuso escribir intramuros de ese edificio histórico y con letras de oro las palabras «respeto, comprensión, tolerancia o patriotismo, cuyo desarrollo han hecho posible alcanzar grados impensables de libertad, igualdad, solidaridad y paz».

Recordó que la Constitución dio paso a una «transición ejemplar» y pidió apoyo para el texto «hoy más que nunca» dijo «ante quienes, interesadamente y con objetivos secesionistas, pretenden amputar total o parte de los derechos de los españoles recogidos en la Carta Magna».

El Grupo Municipal del PSOE en Ponferrada, con su portavoz al frente, Olegario Ramón, alabó la importancia de consenso de un texto, pese a solo haber en él una voz femenina en aquel tiempo, la de la abogada María Teresa Revilla, algo que hoy ha cambiado.

Las diferencias en 40 años son muchas, a veces no todas positivas «en contraposición a esos avances, en la España actual también parece haberse perdido la generosidad y la altura de miras que se demostró en el proceso constituyente», criticó Ramón. Pero sí pidió como la mejor manera para preservar el textoactualizarlo de una manera «muy pensada, limitada y consensuada» y guiándose por el propio texto.

«Orgullosos de la Constitución, apostamos por mantener los principios y valores esenciales de la misma, fortalecer los derechos reconocidos a la ciudadanía y adecuar su texto a las transformaciones experimentadas por nuestra sociedad de cualquier naturaleza o índole».

Desde Unidad Social de Electores, USE, su portavoz, Samuel Folgueral celebraba«volvernos a ver en este foro defendiendo la vigencia del texto constitucional, algo que en conciencia no pudimos hacer el año pasado», reprochó, recordando que su grupo se quedó en las puertas del Ayuntamiento en esa ocasión por no estar de acuerdo conla colocación de las fotografías de los alcaldes que pasaron por el Consistorio en sus paredes, algunos de ellos de marcado tono franquista «entendemos que hay miradas al pasado innecesarias, incompletas y que no se ajustan a lo que creemos es la correcta interpretación de una Ley, la de Memoria Histórica, a la que nos seguimos negando rotundamente a ver como papel mojado», aprovechó para criticar.

Folgueral consideró en su discurso que «las cuatro décadas que nos preceden han escrito lecciones que corremos el peligro de olvidar en estos tiempos de ruido». Sí apuntó que, pese a los halagos merecidos al texto y repetidos, debe verse como un libro «del que hay que escribir una página todos los días». Lamentó la falta de calidad democrática actual y la remisión al pasado sin aprovecharlo para afrontar el futuro y pidió que, si un día hay una segunda carta magna «haya tantos padres como madres»de la misma. «Quizá debimos empezar por ahí», dijo.

Desde Ciudadanos, Rosa Luna aplaudió el texto «que avanzó hacia reformas que nos abrieron las puertas a un nuevo mundo». Aunque no cierra la posibilidad de reforma del texto sí considera que los cambios «deben estar siempre dentro de los cauces legales». Apostó por abrir una nueva etapa «para corregir lo que se ha hecho mal y reforzar aquellas cosas que se han hecho bien».

De «la mejor ley fundamental que ha tenido España en toda su historia»calificó el líder de Coalición por el Bierzo, Pedro Muñoz, la Constitución en la celebración de cumpleaños por lo que «derogarla, transformarla o modificarla sin que todos nos pongamos de acuerdo en ello, aunque ese acuerdo no sea del todo satisfactorio, sería un error doloroso de consecuencias incalculables», apuntó.

«Antes de proponer cualquier reforma o derogación, acaso debiéramos hacer todos un esfuerzo para que nuestra Constitución de 1978 se aplique de una manera más efectiva y más justa», propuso en el acto de conmemoración que acabó compartiendo un vino entre las siete fuerzas políticas que componen la corporación y los ciudadanos que quisieron compartir el cumpleaños.