Porque perdió el equipo leonés en solo una temporada lo que le había costado 42 años recuperar y lo hizo en una liga apasionante en la que solo un punto le separó de la permanencia. Un gran inicio de temporada dejó paso a una larga racha de partidos sin conocer el triunfo que metieron al equipo en la zona de descenso.
De nada sirvió la reacción en el tramo final de la competición y es que los puntos que se quedaron por el camino en Tarragona, Alcorcón, ante elLugo o en la última jornada en Soria, terminaron condenando a un equipo leonés que tampoco tuvo suerte en los despachos, y es que los movimientos en el mercado invernal de rivales directos como el Córdoba, que han quedado demostrado que se saltaron las normas de La Liga, o que han terminado hipotecando incluso al club como en el del Reus, dejaron a los leoneses como víctimas de una situación que por otra parte no excusa el fracaso de su proyecto deportivo.
La principal noticia positiva, el compromiso una vez más demostrado de los dueños del club, la Aspire Academy catarí, que tras el descenso siguen apostando fuerte por su proyecto en León y han confeccionado una plantilla que tiene como único objetivo recuperar la categoría perdida hace unos meses.
No han comenzado del todo bien las cosas para el equipo leonés, que a pesar de encontrarse en puestos de fase de ascenso han vivido ya la destitución del técnico al que se le confió el proyecto, Víctor Cea, que tomó el relevo de un técnico ya para siempre recordado como Rubén de la Barrera, habiendo sumado hace unos días la llegada del berciano José Manuel Aira para tratar de lograr el objetivo.
La otra gran noticia del año la deja sin duda para la Cultural su afición. La respuesta masiva al ascenso de la masa social no la ha cortado el regreso a la Segunda División B demostrando que el ‘bicho’ del culturalismo ha regresado a la sociedad leonesa. Con más de 7.000 socios en la categoría de bronce, el equipo es uno de los más respaldados de toda la Segunda División B soñando con que el 2019 que entra ahora pueda volver a ser de celebración.
La Deportiva, un ave fénix; crece el plantel en Tercera
2018 seguramente no se quede en la memoria de los aficionados de la Ponferradina. El segundo proyecto para regresar a Segunda terminó siendo de nuevo fallido y tocó fondo el equipo berciano, que jugueteó incluso con la zona de descenso en una temporada para olvidar. Sin embargo, resurge como el ave fénix el equipo blanquiazul, que este año ha comenzado de forma sensacional la temporada y aspira a que 2019 vuelva a ser un año en el que celebrar cosas importantes.
Una categoría por debajo, la Tercera División dejó la pasada campaña la decepción de que ninguno de los equipos leoneses se metieran en el ‘playoff’ de ascenso. Sin embargo, ha crecido la representación provincial en la categoría y ya son 5 equipos los que militan en ella. A Astorga, La Bañeza, Bembibre y La Virgen del Camino se le une este año el Júpiter Leonés. Además, el filial de la Deportiva apunta a poder aumentar aún más esa lista la próxima campaña tras un gran inicio en la Regional Preferente.
La provincia mantiene su estatus en los deportes colectivos
León continúa manteniendo su estatus dentro del deporte nacional en lo que se refiere a modalidades colectivas y es que sus equipos han vivido un 2018 muy estable.
Una buena muestra de ello es el Abanca Ademar, que revalidó la pasada campaña el segundo puesto que reconquistaba la anterior y que le permitía por tanto continuar siendo el segundo representante español en la mejor competición de clubes del mundo, la Liga de Campeones.
Eliminado ya de esa pelea tras ser tercero en la fase de grupos, el equipo leonés se centra ahora en poder repetir la próxima campaña presencia en ‘Champions’ y afrontar la renovación de sus pilares buscando dar un pequeño paso adelante en lo económico aunque dentro de lo que supondría mantener la estabilidad.
En la élite continúa también el Embutidos Pajariel Bembibre, que suma ya con la presente nada menos que 7 temporadas en la máxima categoría del baloncesto femenino nacional. Con problemas económicos, el club berciano volvió a dar muestra de cómo sacar el máximo rendimiento posible a los escasos recursos.
Una categoría a la que espera llegar un Aros que en 2018 regresó a la fase de ascenso y que se marca como objetivo para el año que entra asaltar por fin ese sueño de alcanzar la élite.
Un objetivo que comparte, de vuelta al balonmano, un Cleba que ha encontrado el apoyo de Embutidos Rodríguez redoblando su apuesta por un ascenso por el que ya peleó en su primera temporada en la División de Honor Plata pero en la que también tuvo que conformarse con jugar la fase.
También en el mundo del baloncesto, dejó 2018 la mala noticia de la pérdida de categoría de Agustinos, único representante leonés en la LEB Plata, tercera categoría nacional. Necesita la provincia un proyecto fuerte que haga revivir viejos laureles que tuvieron durante décadas a León como un lugar de baloncesto. Por el momento, la unión no existe y son tres los equipos que de diferentes formas tratan de encontrar el éxito en la Liga EBA: el Reino de León, Basket León y un Ciudad de Ponferrada también con aspiraciones.
En el mundo del fútbol, el nuevo Olímpico de León quiere recuperar el esplendor del León Femenino en un proyecto recién iniciado y al que hay que dar tiempo apoyando un deporte minoritario como el de otros tantos equiposde la provincia de voleibol, rugby, hockey o una multitud de disciplinas que cada fin de semana ponen a la provincia en el mapa del deporte nacional e incluso internacional.
Lydia sigue sumando títulos, Saúl Ordóñez se corona con una medalla mundialista
El deporte provincial continuó brillando en 2018 a nivel individual. Lo hizo con noticias esperadas y con otras que ni mucho menos lo eran.
Porque la que es la deportista leonesa más laureada de la historia, Lydia Valentín, logró nada menos que su segundo título mundial de forma consecutiva y lo hizo además en un nuevo peso y en unas circunstancias que poco tenían que ver con su primer entorchado un año antes. Una manera sensacional de dar el primer paso hacia el que será el último objetivo de su carrera, los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.
Sin embargo, otras noticias mucho menos inesperadas devolvieron a la provincia la pasión por un deporte. Es el caso de Saúl Ordóñez, que vivió una temporada de ensueño reafirmándose a nivel nacional y saltando al primer plano internacional. Porque si la temporada anterior daba la sorpresa proclamándose campeón de España de 800, esta daba la campanada logrando la medalla de bronce en el Mundial de pista cubierta en Birmingham y cerrando la temporada con un récord de España al aire libre que, sin embargo, no le permitió meterse en la final del Europeo de Berlín el pasado verano.
Son ellos dos de las caras más visibles de un deporte provincial en alza que ha sacado nombres y nombres particulares durante todo el año que han paseado el nombre de León también por toda España y el extranjero.
Talento como el de David Vidales (automovilismo), Kevin Viñuela (triatlón), Daniel Fidalgo (piragüismo), Nuria Lugueros (atletismo) y muchos más han dejado su sello en muchas competiciones y quieren seguir haciéndolo en el futuro más cercano ya con los Juegos Olímpicos de Tokio a la vista siendo 2019 el primer año clave para llegar a ellos.