300 leoneses en cajas de cemento en tierras lejanas

"En el cementerio de La Habana hay mil leoneses enterrados, 300 de ellos en cajas de cemento". Con estas palabras justificaban —más bien explicaban pues no parece que haga falta justificación— los representantes de la Diputación provincial una ayuda de 25.000 euros para arreglar y dignificar un rincón leonés en tierras muy lejanas, elespacio propio que la Colonia Leonesa tiene en el Cementerio de La Habana, levantado hace más de un siglo y testigo de tiempos mejores para los miles de leoneses que allí emigraron y parece que también para aquel país. Las imágenes proyectadas del mal estado de las paredes o las cajas de cemento ahorran mayores explicaciones.

Y es, sin embargo, un rincón cargado de historia y memoria. Fueron miles los chavales —muchas veces casi niños— de la provincia que hicieron el petate camino del sueño americano, con destinos preferentes en Méjico, Argentina y Cuba, entre ellos hubo de todo, triunfadores, fundadores de verdaderos imperios y quienes se quedaron atrapados en aquellos países, en muchos casos sin dinero ni tan siquiera para el billete de vuelta, como nos recuerdan algunos de ellos cuando participan en iniciativas como la Operación Añoranza, también de la Diputación provincial. Tal vez haya sido Cuba el destino más complicado para muchos leoneses, por razones obvias y la situación política de la isla desde mediados del siglo XX.

El profesor de la Universidad de Salamanca Juan Andrés Blanco es el autor de un completo trabajo sobre la presencia de 'Leoneses en La Habana en el siglo xx: la colonia leonesa de Cuba', en la que también aborda en un apartado la creación de este rincón de la Colonia Leonesa en el cementerio de La Habana, que habla de la pujanza de estecolectivo. "Desde los primeros años de su existencia la Colonia Leonesa se encarga de proporcionar a sus socios y familiares un servicio póstumo: su entierro en el cementerio Colón de la capital habanera. En marzo de 1918 los miembros de la Junta directiva Julián Herrero y Francisco Pellón proponen se adquiera una parcela en el mencionado cementerio al 'objeto de construir un Panteón para los asociados y sus familiares' . Aceptada la propuesta, en el mes de mayo se decide por mayoría adquirir una parcela de 120 metros cuyo costo asciende a 1.200 pesos, nombrándose una comisión para iniciar la suscripción con objeto de recaudar los fondos necesarios". Dicha suscripción, añade el profesor Blanco, tiene éxito incluso entre los leoneses no asociados y en muy poco tiempo se obtienen con holgura los fondos necesarios. Un cuadro recoge estas aportaciones, que se abren con los 500 pesos (de 1918) de la propia Colonia Leonesa, los 200 de Manuel Rabanal, 100de Ángel Fernández, otros 100 de Manuel Álvarez Valcarcel y una larga lista que se completa con otra de los que han comprado bonos de 25 pesos cada uno para la construcción del panteón propio y que vuelve a encabezar Rabanal con 12 bonos; mientras que Daniel Pellón, Emilio Cuenllas, Ángel Fernández Rivera y Félix Álvarez adquieren 10 cada uno encabezando otra larguísima lista de adquirientes de bonos.

Un éxito que lleva a evidentes 'avances' de la iniciativa del rincón eterno leonés en el cementerio Colón de La Habana, como recuerda el profesor Blanco: "En febrero de 192 1 ya se habían finalizado las obras del Panteónde la Colonia Leonesa, y en junio habían sido abonadas todas las cantidades pendientes de pago. A finales de 1938 el valor del Panteón ascendía a 12.000 pesos ,disponía de 30 bóvedas y un osario general. En 1941 es reformado y durante 1950 se construye la capilla y se amplia el osario. En 1957 se termina una nueva ampliación".

Era una de las iniciativas más cuidadas de aquella importante Colonia Leonesa que fue parte importante de aquel flujo migratorio español hacia América en el periodo que Nicolás Sánchez Albornoz denomina de "emigración en masa (1880- 1930)", en la que, señala Blanco, "la contribución de algunos provincias como León, Zamora y Salamanca alcanza para el quinquenio 1925- 1930 porcentajes significativos, del 4,4%, 2,87% y 2,4% respectivamente, con cifras globales de 12.467, 7.874 y 6.749 emigrantes. La aportación de las demás provincias castellanas y leonesas no llega en su conjunto al 2%". En definitiva, solo en el quinquenio citado casi 12.500 leoneses cruzaron el charco, siendo Cuba el segundo país receptor, después de Argentina.

Unas cifras importantes que propiciaron la creación de sociedades en las que poder encontrarse. Primero se creó —el 2 de mayo de 1909— el Centro Castellano de Cuba y en sus primitivos estatutos no contempla la asistencia sanitaria, lo que explicasu menor numero de socios en los primeros años. Por ello se le dio la asistencia médica a sus socios,y en 1921 construye su propia 'quinta', la Casa de Salud Santa Teresa de Jesús.

Y en este Centro Castellano "la colonia" más potente y numerosa era la leonesa y en 1914, por iniciativa de un grupo de sociosleoneses —entre los que destacan Vidal González, Policarpo Muitiz, Cayetano Tejerina y Gregorio Valbuena, Daniel Pellón y Garcilaso Rey— se constituye una Comisión Gestora para crear una asociación de carácter benéfico y recreativo y constituir la Colonia Leonesa en Cuba, cuya primera actividad fue la organización de una romería de ambiente leonés con ocasión de la entrega de un estandarte de la provincia concedido por la Diputación Provincial de León. Ahora se cierra el círculo con la ayuda de la misma institución.