2-0 en 20 minutos, polémica, sufrimiento... y al final victoria

La Cultural se reencontró con el triunfo un mes después tras imponerse 3-2 al Valladolid B en un partido vibrante que tuvo de todo: un inicio frenético en que los leoneses pusieron tierra de por medio y que acabó siendo decisivo, polémica con una expulsión por bando, emoción al recortar distancias el filial tras ‘perdonar’ los locales y sentencia en el descuento.

Y es que en los primeros 20 minutos de juego ya habían pasado más cosas que en muchos encuentros enteros. La Cultural tenía encarrilado el partido al ponerse 2-0 con dos goles de Aketxe, y el Valladolid B había enviado un tiro al larguero tras un error de Santi Santos y tenido otra clarísima ocasión de gol en el minuto uno en que Leandro sacaba tanto el primer disparo como el rechace.

Es lo que tiene medirse a un equipo como el filial pucelano, que apuesta por el juego de ataque, no dando ni un pelotazo y sacando el balón jugado siempre desde atrás, en ocasiones rozando la temeridad y tocando demasiado en horizontal sin generar ningún peligro; pero que también dejan espacios al rival, algo que agradece la Cultural.

Así a los cinco minutos, en un córner forzado por el propio Aketxe al cabecear un centro de Villarejo y obligar a la ‘palomita’ del meta; Gonzalo la ponía perfecta y el punta vasco remataba desde lejos, casi a la altura del punto de penalti pero absolutamente solo, cabeceando flojo masmuy colocado y entrando por la escuadra de Julio.

Pérez dejó con 10 a la Cultural por un innecesario codazo en el 51, pero sólo 7 minutos después Ayub también fue expulsado Y, en el minuto 18, un ‘jugadón’ de Kamal, que llena con su presencia todo el centro del campo y cuya vuelta notó muchísimo la Cultural, acababa en un pase atrás para Gonzalo, sorpresa en la alineación al actuar como mediapunta por la baja de Peláez y que participaba en los dos tantos, pues su disparo en la frontal lo cortaba con la mano un defensor cometiendo un penalti que Aketxe transformaba en el 2-0.

Sin embargo con ese resultado los leoneses se echaban atrás, forzados en parte por el empuje pucelano, y sufrían metidos en su área aunque sin recibir ocasiones el último cuarto de hora de la primera parte... y el inicio de la segunda.

De hecho, las cosas se pondrían mucho peor. Y es que Pérez dejaba con diez a su equipo al ‘auto-expulsarse’ con una roja directa clamorosa, ya que iba a cortar la contra que un jugador pucelano llevaba pegada a la cal a la altura del banquillo y para ello le soltaba un codazo en la cara que le costaba la expulsión.

Parecía que iba a tocar sufrir pero, por suerte para los locales, sólo jugó siete minutos en superioridad el Valladolid B, ya que Ayub iba con el codo a un salto con Víctor y, entre el grito del extremo y la facilidad para sacar tarjetas del árbitro, le acababa costando la segunda amarilla y nivelando la contienda.

Gonzalo puso el córner que Aketxe cabeceó para poner el 1-0 y forzó el penalti con el que el vasco colocó el 2-0 Le afectó la expulsión a los visitantes, teniendo la Cultural dos contras para haber sentenciado, una tras una gran jugada de Víctor que salvaba el balón de irse por la línea de fondo y la ponía atrás para que Kamal disparara encontrándose con el ‘paradón’ de Julio; y otra del propio Víctor, que la cogía en el centro del campo y se iba por velocidad hasta el área rival, donde pecaba de egoísmo al no dársela a Aketxe para que metiera a puerta vacía y no definía bien encontrándose la intervención del meta.

No sentenciaban y, a 15 minutos para el final, Toni se iba por la banda derecha, centraba al área, y ahí Ángel con una sangre fría tremenda recortaba a un defensa en el área pequeña y fusilaba a Leandro para colocar el 2-1.

Tocaba sufrir y se hizo, de nuevo más por la sensación de agobio y el tener constantemente el balón en tu campo, que porque hubiera ocasiones claras; hasta que en el minuto 91 Coutado, muy activo pese a que había salido en el 85 (otra vez dio la sensación de que los cambios llegaron muy tarde con el equipo pidiendo a gritos gente de refresco), le ponía un perfecto pase al hueco a Borja, que solo ante Julio controlaba y cruzaba el balón al palo contrario.

Choque sentenciado aunque aún quedaría otro gol pues, en el 93, una de las clásicas innecesarias refriegas de Iván González acababa con un empujón a un delantero sin el balón por medio que el árbitro veía y decretaba como pena máxima que Jorge convertía. 3-2 que no tuvo mayores consecuencias, pues ni permitió el colegiado sacar tras él de centro, y que permite a los leoneses volver a sonreír cinco semanas después.