1995: "Los leoneses entendieron nuestro modelo de ciudad"

Mario Amilivia consiguió en 1995 una histórica mayoría absoluta con la que inició una profunda remodelación de León y su entorno

David Acosta
13/05/2015
 Actualizado a 13/09/2019
Mario Amilivia, inaugurando el tren turístico con Julio César Rodrigo de Santiago y Mari Carmen Santos al fondo. | MAURICIO PEÑA
Mario Amilivia, inaugurando el tren turístico con Julio César Rodrigo de Santiago y Mari Carmen Santos al fondo. | MAURICIO PEÑA
Fue en el mes de junio de 1995 cuando Mario Amilivia se convirtió en alcalde de León con una mayoría absoluta y abrumadora. Tanto, que se trata de las elecciones municipales de León en las que el Partido Popular ha conseguido un mayor número de votos (concretamente 35.712, un 30,7% del electorado). La siguiente fuerza política más votada fue el PSOE, con menos de la mitad de los votos (17.130).

«Fue una buena época. Obtuvimos un altísimo grado de confianza por parte de los ciudadanos, que supieron entender muy bien la idea que teníamos para transformar la ciudad», señala Mario Amilivia con nostalgia y orgullo 20 años después de aquella histórica victoria. La clave del éxito, según el exalcalde, estuvo en la lista integradora que presentó en aquellas elecciones. «Teníamos una lista magnífica. Conmigo iban algunos que ya habían estado en equipos anteriores, históricos de la política leonesa como Julio César Rodrigo de Santiago o Mari Carmen Santos. También incorporé a algunos que venían con cierta condición independiente y que tenían una reconocida trayectoria profesional, como Jesús Cantalapiedra o Cecilio Vallejo. Y también había gente que ya era importante en el partido, como Enrique Gil o Antonio Geijo. Creo que era una lista muy adecuada para lo que íbamos a abordar», recuerda Amilivia, que por aquel entonces ya era presidente del PP en León y tenía experiencia como primer teniente de alcalde. Su carisma hizo el resto.

Los grandes proyectos


La mayoría absoluta conseguida, en palabras de Amilivia, «facilitó que pudiéramos afrontar los proyectos a través de una gestión más eficiente». El objetivo era cambiar la ciudad de arriba a abajo. Para ello se realizaron infinidad de obras y actuaciones entre las que destacan la peatonalización del casco histórico,la recuperación medioambiental del río, el Polígono Industrial de León, la recuperación de monumentos con la puesta en valor del entorno de la Catedral y el de San Marcos, el plan de aceras..., sin olvidar el MUSAC, el Auditorio y el Parque Tecnológico, otros proyectos estrella, en este caso con la inestimable colaboración de la Junta de Castilla y León. Amilivia lo reconoce: «El Gobierno autonómico nos apoyó sin fisuras y gracias a eso pudimos incluir en el programa electoral algunos objetivos que después iniciamos durante la legislatura. Se dieron unas circunstancias muy favorables». ¿La actuación de la que guarda más cariño? «Difícil elegir, aunque me siento especialmente orgulloso de la recuperación y peatonalización del entorno de la Catedral. No hay que olvidar que por detrás pasaba la carretera de Santander. La contaminación del tráfico estaba destrozando la Catedral. La peatonalización la salvó y además convirtió la zona en un paseo con permanente afluencia de turistas», insiste el ahora presidente del Consejo Consultivo.

Aquella etapa, como es lógico, también tuvo sus detractores. A Amilivia se le acusa de haber multiplicado la deuda municipal en esos cuatro años. Amilivia se defiende: «Nosotros hicimos una transformación histórica y es cierto que generamos más deuda. Pero construimos una ciudad completamente distinta y esa fue la herencia que dejamos. Otros, con una deuda similar, hicieron lo que pudieron... Nosotros mejoramos la ciudad que nos encontramos».

La legislatura, sin embargo, acabó con sabor amargo para el exalcalde. El motivo fue el llamado ‘escándalo de la gomina’, es decir, las 500 pesetas de un fijador para el pelo que Amilivia cargó a las arcas municipales. El popular reconoce que aquello le hizo daño. «El asunto de la gomina me perjudicó. Hubo una campaña muy sucia contra mí. Con aquellas 500 pesetas, que pagué yo de mi bolsillo en cuanto se detectó el problema, se inició una campaña que fue excesiva, hasta tal punto que algunas personas que participaron en ella luego se arrepintieron. Hay que pensar que uno tiene mujer, hijos, amigos… Fue totalmente desproporcionado», concluye el que fuera regidor de León.
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