1991: UPL llega al Ayuntamiento con la llave para la Alcaldía

Los leonesistas del exmoranista Rodríguez De Francisco logran tres concejales y se convierten en los triunfadores de la cita

D.L. Mirantes
12/05/2015
 Actualizado a 19/09/2019
Juan Morano junto a José María Aznar en la tradicional pegada de carteles que inaugura la campaña electoral. | REPORTAJE GRÁFICO: MAURICIO PEÑA
Juan Morano junto a José María Aznar en la tradicional pegada de carteles que inaugura la campaña electoral. | REPORTAJE GRÁFICO: MAURICIO PEÑA
La noche de 27 de mayo se presentaban los aspirantes a la Alcaldía de León ante los micrófonos de los medios. «No se puede tolerar nunca más un pacto para abatirme», comparecía Juan Morano. «Pactaré hasta con el diablo por el bien de León», avisaba Rodríguez De Francisco. «El Ayuntamiento se ha quedado sin mayorías, en consecuencia, deberá aparcar la prepotencia que le ha caracterizado a lo largo de la anterior legislatura», anunciaba Ángel Villalba.

El pacto, entonces como parece que ocurrirá ahora, estaba en la mente de todos los candidatos. Tras abandonar el gobierno de Juan Morano, José María Rodríguez De Francisco llevó a la UPL al Ayuntamiento con tres concejales, lo que suponía tener la llave de la gobernanza, ya que CDS no logró representación por su desplome en toda España, que supuso la dimisión de Adolfo Suárez como presidente del partido.

El regreso de IU a San Marcelo con Joaquín González Vecín y los diez ediles que logró el PSOE de Ángel Villalba abrían la puerta al «pacto del progreso» entre leonesistas, socialistas e IU, como sucesión del 'pacto cívico' de PSOE, CDS y Alianza Popular, que ya imposibilitara el Gobierno de Morano en la anterior mandato.

En 1991 la deuda municipal ascendía a 7.500 millones de pesetas, a pesar de que el presupuesto superaba ya los 10.000 millones Ese pacto no se produjo y Morano gobernó con el apoyo de la UPL a pesar de que el triunfador de la cita había asegurado «Juan Morano no será alcalde de León con mis votos». Sin embargo, desde el primer momento los concejales del PP tenían claro que De Francisco les iba a dar su apoyo y no contemplaban la posibilidad del tripartito. «No puede ser, se tirará de los pelos, se subirá por las paredes, pero no pactará con Villalba», decían. De hecho, esa misma noche, Morano declaraba que «si unos por sacar tres concejales tiran cohetes, nosotros teníamos que pegar cañonazos».

En lo que sí había unanimidad era en la gran pérdida que supuso para la política leonesa el fracaso de CDS que significó el adiós de Ignacio Morán a la actividad municipal. No fue por falta de ofertas de otros partidos, pero Morán no accedió a cambiar de siglas, con lo que el Consistorio perdió el orador más brillantes de cuantos en ese momentotenían acta de concejal.No obstante, Morán no fue el único concejal de la legislatura 1991-1995 reconocido y reconocible. La número dos de la lista de UPL fue la ex lanzadora de peso y de disco Margarita Ramos que llegó a participar en los juegos olímpicos de Barcelona 1992. El tercero de la lista de UPL fue Joaquín García Díez, que se convirtió en el talismán del partido. Si en el 91 fue de tres y UPL consiguió tres concejales en el 95 fue de seis y lograron seis y en las siguientes fue de siete y siete sacaron, el techo histórico del partido leonesista.Entre las filas socialistas fueron las primeras municipales para quien fuera posteriormente alcalde, Francisco Fernández, o quien presidiera la Diputación, Agustín Turiel.Sobre el ya fallecido Joaquín González Vecín todos coinciden en destacar su gran dedicación y el profundo carácter progresista de sus propuestas. De hecho, sin hacer grandes aspavientos ni caer en el populismo, en aquellos Plenos municipales, cuando León estaba aún por hacer, el concejal de IU, que era profesor de Geografía y conocía ampliamente las capitales europeas, ya hablaba de construir carriles bici, proyectar planes de Medio Ambiente o crear una concejalía de mujer, propuestas que sin llegar a la carcajada muchas veces obtenían el sarcasmo por respuesta en las filas de los partidos mayoritarios.InfraestructurasFuera del plano político, el mandato que siguió a las elecciones del 1991 estuvo marcado por el desarrollo de las infraestrucutras de la ciudad, especialmente en materia de urbanismo.Cabe recordar que se aprobaron, entre otros, la construción del Parque Científico de La Granja con un presupuesto de 2.700 millones de pesestas, la peatonalización del Barrio Húmedo dotado con 8.000 millones de la antigua moneda y un plazo de finalización de 12 años, el plan para urbanizar Eras de Renueva y crear 18.000 nuevas viendas o la Chantría con otras 1.000. También se consiguió el permiso para vender el antiguo estadio de La Puentecilla y levantar 250 pisos.

Pero la vivienda no era la única carencia que tenía la urbe. A lo largo del mandato se construyó la tubería de 33 kilómetros que traslada el agua del río Porma a los depósitos del alto del Portillín para acabar con los problemas de suministro de agua potable. Y el 17 de agosto entró en funcionamiento el primer tramo de la Ronda Este que conducía a la Residencia Virgen Blanca y al Hospital Princesa Sofía, cuya integración ya estaba sobre la mesa, como lo estaba la ubicación de un vertedero comarcal para la que se ofrecían 15 millones de pesetas al pueblo que la aceptase.

En el apartado comercial, Morano implantó la ORA en el centro, se empezó a construir el Corte Inglés y se creó la Asociación Leonesa de Comercio (Aleco) para protegerse de los ‘hiper’.

Y temas de tanta actualidad como la deuda municipal ya coleaban entonces con un agujero de 7.500 millones de pesetas a 31 de diciembre de 1991 –275 millones, pero de euros, al cierre de 2014–, a pesar de que en 1992 el presupuesto del ayuntamiento superó por primera vez en su historia los 10.000 millones de pesetas.
Lo más leído