1987: Pacto Cívico y tres alcaldes dentro del mismo mandato

Morano ganó los comicios, pero AP, PSOE y CDS se aliaron para desbancarle. Fue alcalde en octubre de 1989, tras Villarig y Polo

Alfonso Martínez
11/05/2015
 Actualizado a 17/09/2019
Villarig recibió una patada por parte de un defensor de Morano al salir de la sesión plenaria en la que tomó posesión. | REPORTAJE GRÁFICO: MAURICIO PEÑA
Villarig recibió una patada por parte de un defensor de Morano al salir de la sesión plenaria en la que tomó posesión. | REPORTAJE GRÁFICO: MAURICIO PEÑA
«Junta, Ayuntamiento de León y Diputación, sin mayorías absolutas». «AP y PSOE, en manos del CDS para gobernar la Junta». Podrían parecerse a los del próximo 24 de mayo, pero en realidad son los principales titulares del día 11 de junio de 1987.

Se habían celebrado las terceras elecciones municipales de la democracia y los leoneses acudieron a las urnas con una participación que superó ligeramente el 70%. Cuatro fuerzas políticas obtuvieron representación en el Ayuntamiento de León en aquellos comicios. Comenzaba entonces el conocido como mandato del Pacto Cívico.

«Rotunda victoria de Morano», rezaba otro de los titulares. Y es que la fuerza más votada fue la Agrupación de Electores Independientes que lideraba el entonces regidor de la capital, que había abandonado Alianza Popular (AP) en noviembre de 1986 como medida de protesta a raíz del nombramiento de Mario Amilivia como presidente provincial. Concretamente, la lista de Morano había obtenido 26.108 votos (un 38,5%) y un total de doce concejales.

No tenía por tanto mayoría absoluta en el Ayuntamiento de León, que se sitúa en 14 concejales (al igual que ahora estaba integrado por un total de 27) y un acuerdo de las otras tres fuerzas políticas que obtuvieron representación municipal hizo que no fuese investido como alcalde tras los comicios.
Ya en la misma noche electoral, desde el CDS se apuntó a la posibilidad de evitar que Morano fuese alcalde. Mientras, desde el PSOE se confiaba en que AP cumpliera su promesa de no pactar con los independientes de Morano. Finalmente, en los populares no se hacían valoraciones y se limitaban a indicar que habría que pensar fríamente las posibles alianzas postelectorales. Es preciso recordar que el elegido para el cargo en virtud del denominado Pacto Cívico fue precisamente el candidato de AP, que era el actual presidente del Colegio de Médicos, José Luis Díaz Villarig, Había obtenido en las elecciones un total de 10.210 votos (15%).Juan Morano: "Aquello fue una barbaridad, porque la sociedad asume mal que los que no ganan se unan para derrocar al que gana" El Pacto Cívico se sustentaba además en el PSOE de Ángel Villalba (nueve concejales y 20.533 votos, un 30,3%) y en el Centro Democrático y Social (CDS), cuya candidatura estaba encabezada por Ignacio Morán y Maximino Cañón. Habían conseguido dos ediles y un total de 5.466 votos (un 8%).«No estábamos de acuerdo con cómo se estaba llevando la ciudad. Había que luchar más por León y dejar de lado el victimismo», explica Cañón como la principal base del pacto entre las tres formaciones para hacerse con la Alcaldía de León. La predisposición de Morano a apoyar el nacimiento del movimiento leonesista fue uno de los principales gérmenes de este histórico acuerdo a tres bandas.Opiniones divergentes hay todavía hoy en relación a si Adolfo Suárez, ex presidente del Gobierno y entonces máximo responsable del CDS, dio o no su consentimiento a este pacto. No falta quien hoy asegura que cuando el propio Suárez llamaba para frenar el pacto, sus validos leoneses colgaban el teléfono, aunque otros defienden que nunca habrían desbancado a Morano sin tener el consentimiento de su presidente.«Queda ya muy lejano. El tiempo todo lo borra y ahora son amigos míos. Nos hicimos una foto juntos cuando Zapatero era presidente del Gobierno, pero aquello fue un gran disparate», apunta ahora Morano, quien define como «barbaridad» que se cambie la voluntad popular. «La sociedad asume muy mal que los que no ganan se junten para derrocar al que gana, porque la gente tiene una altísima valoración de su voto. Es el momento en el que se siente más libre», agrega antes de defender que ha de gobernar la lista más votada y que si posteriormente no puede sacar adelante la gestión siempre queda la posibilidad de una moción de censura.Díaz Villarig llevaba como número dos en la lista de AP a Miguel Pérez Villar, que poco tiempo después de tomar posesión como concejal fue nombrado consejero por el entonces presidente de la Junta, José María Aznar.Su puesto en el Ayuntamiento de León lo ocupó a partir de entonces María Elena Bustillo. Fue concretamente en julio de 1988 cuando ella y María Dolores Otero, también concejala de AP, unieron sus votos a los de los doce representantes de la lista independiente de Morano para presentar una moción de censura contra Villarig.
La ruptura venía auspiciada por los órganos regionales de AP para forzar la salida de los puestos de gobierno tanto de los representantes del PSOE como de los del CDS.

En aquel momento, Villarig y Andrés Martínez Trapiello optaron por no acatar las órdenes de Valladolid, dejar AP e ingresar posteriormente en el partido de Suárez.

El candidato propuesto en la moción de censura fue el ‘moranista’ Luis Diego Polo, que ocupaba el número diez de la lista independiente. Es preciso destacar que tanto el nuevo alcalde como el propio Morano se afiliaron en aquel momento a AP. Pese a que en un principio se habló de que renunciaría a su acta de concejal para presentarse a las elecciones generales o a las europeas, lo cierto es que Morano volvió a ser elegido alcalde en octubre de 1989, cuando AP se refunda y pasa a denominarse Partido Popular (PP).

En el año 1991 Morano optó a la reelección como candidato de los populares y tampoco obtuvo la mayoría absoluta. Le faltaron cien votos y tuvo que pactar con la UPL, pero eso lo podrán leer mañana en estas mismas páginas.
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